Estudiantes 0 - Atlético Nacional (Colombia) 1 - Copa Libertadores 2015
LOS COLOMBIANOS DE NACIONAL GANARON EN LA PLATA Y COMPARTEN LA PUNTA DEL GRUPO
Un Estudiantes confundido falló en su casa y se complicó
La visita aprovechó su momento, se puso 1-0 y aguantó. El local deberá jugarse su futuro el la Copa en Guayaquil.Un simulacro de partido típicamente copero pero sin alas resultó el de anoche en el Unico, apenas agradable por el bullicioso entorno de la hinchada local y por un par de jugadas bonitas que no alcanzaron para elevar el rango del juego a la categoría de interesante. Estudiantes irá por la clasificación a Guayaquil en 11 días. Si le gana a Barcelona pasará a octavos de final. Si empata jugará la siguiente ronda sólo si hay un ganador en Nacional-Libertad. Si pierde, se despedirá de la Copa.
El equipo platense amenazó con someter a su rival apurando ataques por afuera y por arriba, y anticipando con cortes del medio para salidas ligeras para Cerutti. En uno de los reiterados centros, a los 5 minutos, Sánchez Miño habilitó bien a Schunke y el cabezazo del Flaco salió apenitas alto.
Atlético Nacional aguantó la tempestad con la firme presencia de Alexis Henríquez en la última línea. Y cuando salió del tibio asedio inicial comenzó a copar el medio, a tocar cortito y a meter delicadas estocadas hacia adentro con Alejandro Bernal como eje. Entoces, llegó al gol que le dio el triunfo cuando atravesaba su mejor momento. Ya Mejía había dilapidado un gol casi cantado, a los 18 minutos, tocando delicadamente al palo izquierdo de Hilario Navarro. Iban 36 minutos y Mejía, esta vez, no falló: amagó primero, remató después y el tiro rozó en Schunke y se le metió por arriba a Navarro.
Estudiantes careció de creatividad en buena parte de la primera mitad. Sánchez Miño estaba en el campo pero a la hora de armar el juego desapareció de los lugares de la cancha que suele frecuentar. Cuando tuvo la pelota no supo cómo, ni cuándo, ni dónde soltarla. Y eso, para un repartidor de juego talentoso como él, en un partido determinante como el de anoche (en especial en la primera parte), fue un problema grave. Entonces sucede lo que pasa últimamente. Estudiantes juega al histérico ritmo de la gente y se confunde.
Pellegrino buscó soluciones de profundidad poniendo al movedizo Luciano Acosta en la parte final, pero el diminuto volante rosarino no pudo despegarse del superpoblado mediocampo estudiantil y continuaron los defectos en el control de la pelota. Tampoco abundaron las ideas en la visita, pero con limitaciones igual supo remarla: nunca se desarmó y además le agregó un una elogiable entrega física.
Estudiantes estaba con problemas en la generación de situaciones puntuales de gol y para buscarle una solución acudió al infalible 0800-Carrillo. Pero el usuario de la línea salvadora estaba muy ocupado fajándose con los centrales colombianos, que nunca lo soltaron y siempre lo tuvieron bien custodiado.