Boca vs. River - Copa Luis B. Nofal 2015
TORNEO DE VERANO, COPA LUIS B. NOFAL 2015
BOCA - RIVER
La revancha
Después del triunfo del equipo de Arruabarrena en Mar del Plata, hoy se vuelven a enfrentar en Mendoza y los de Gallardo quieren recuperarse.La revancha
Como una metáfora de la rivalidad que los separa, los planteles de Boca y de River llegaron ayer a la tardecita a Mendoza con una hora de diferencia. Podrían haber viajado en el mismo vuelo, pero prefirieron hacerlo cada uno por su lado: River llegó a las 19.10 y Boca, a las 19.35. Hubo euforia en el hotel Esplendor, en el departamento de Maipú, a unos 20 kilómetros del centro de esta ciudad, donde quedaron alojados Rodolfo Arruabarrena y sus dirigidos. Y también hubo mucho calor popular sobre la avenida Belgrano al 1.400, en la puerta del céntrico hotel Diplomatic, el búnker del equipo que conduce Marcelo Gallardo. El Superclásico es un acontecimiento que atrapa, se juegue por los puntos o en el marco de los amistosos de verano. Por eso hay tanta expectativa en la previa y por eso habrá un operativo de seguridad con 1.100 policías. Por eso el Malvinas Argentinas estará colmado cuando, a las 22.10, Diego Abal marque el arranque del segundo duelo del año entre los equipos más convocantes del país. Si hay empate, la definición será por penales.
Con una formación en la que hay muchos suplentes pero también nombres fuertes como los de Daniel Díaz, Fernando Gago, Emmanuel Gigliotti y Andrés Chávez, Boca irá por una alegría similar a la que vivió en Mar del Plata el sábado, cuando con el gol del juvenil Franco Cristaldo le puso fin a la racha de ocho Superclásicos sin triunfos. Y River, que volverá a jugar con sus titulares, buscará la revancha ante su principal adversario a sólo seis días del arranque de sus compromisos oficiales: el viernes recibirá a San Lorenzo en el choque de ida de la Recopa Sudamericana.
El Superclásico estuvo en duda hasta el miércoles a la medianoche. Boca había anunciado que no se iba a presentar si tenía que jugar un repechaje con Independiente del Valle de Ecuador para ingresar a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Pero le ganó a Vélez el encuentro de la discordia y no bien finalizó el juego se ahuyentaron los temores y la bronca contenida de los organizadores y sobrevino el alivio para los más de 40 mil hinchas que ya habían comprado sus entradas. Habrá, entonces, un nuevo duelo entre los dos más grandes, con todo lo que eso significa. Y Boca llega con mejor humor, algo más relajado por haber ganado el primer choque entre ellos y por su clasificación a la Libertadores, ese objeto de deseo que comparte con River.
Suelen decirlo los propios futbolistas, se percibe en esos cantos desafiantes que cruza un grupo de hinchas de River recién llegados desde Buenos Aires cuando de pronto se encuentra con otro de Boca en plena plaza Independencia, la principal de aquí: cuando esas camisetas están frente a frente, al rótulo de amistoso se lo devora la pasión, lo erosiona ese particular deseo que tienen ambos de quedarse con la victoria más deseada.
Prueba de ello fue lo que ocurrió en Mar del Plata, donde animaron un Superclásico caliente que terminó con tres expulsados: Andrés Cubas por el lado de Boca; y Leonel Vangioni y Jonatan Maidana por el de River. Vangioni lesionó a Cristian Pavón, quien deberá estar dos meses y medio afuera de las canchas, lo que generó algunos entredichos entre dirigentes de ambos clubes y también algunas repercusiones en los planteles, que -claro- cerraron filas con sus compañeros.
Al igual que en Mar del Plata, Boca no saldrá con su equipo ideal. Pero entre los once estarán el Cata Díaz y Gago como nombres excluyentes. También jugarán Gigliotti y Chávez. Además, presentará el debut de Marco Torsiglieri con la camiseta azul y amarilla, y el estreno en el ciclo de Arruabarrena de dos que regresaron al club: Fabián Monzón y Sebastián Palacios.
A la espera de mejorar la desteñida imagen que mostró cerquita del mar, River tratará de que las montañas de esta ciudad lo conduzcan a una versión parecida a la que el año pasado lo llevó a ser el equipo más elogiado de todos. Gabriel Mercado se recuperó del golpe que recibió de parte de Pablo Pérez en Mar del Plata y será titular. La única duda que tiene Gallardo está en el mediocampo y es entre dos uruguayos: Camilo Mayada (ayer estuvo entre los titulares) y Carlos Sánchez (regresó a Buenos Aires al mediodía desde México y no estuvo en los últimos dos entrenamientos).
Los condimentos de siempre -un contorno sonoro y festivo- están garantizados. Como para empezar, no es poco.