Real Madrid 2 - San Lorenzo 0 - Mundial de Clubes 2014
SAN LORENZO HIZO UN PLANTEO CAUTELOSO Y PAGÓ CARO LOS ERRORES DEFENSIVOS
El partido imperfecto
El gol de Sergio Ramos derrumbó el plan de Bauza, que pretendió quitarle ritmo y espacios a un rival de categoría.No hay peor duda que la que no intenta ser despejada, excepto que exista el convencimiento de que no hay forma de responderla. Girando alrededor de ese eje, explica San Lorenzo por qué nunca decidió romper su idea inicial de cautela, de espera, de achique de espacios, siempre priorizando no regalar metros sabiendo el poder de fuego rival. Conociendo limitaciones y virtudes adversarias, advirtiendo que entre unas y otras había una distancia tan grande como imposible de medir, con la certeza de un partido imperfecto, distinto al soñado, San Lorenzo eligió la derrota digna antes que tirar a la basura el libreto de las precauciones. ¿Se lo reprochará? ¿Es para cuestionárselo?
Se sabía que a San Lorenzo le costaba lastimar arriba, no contaba con elaboración fluida y además exhibía fragilidades defensivas. Un combo difícil de presentar con éxito ante un súper poderoso como el Real Madrid, que combina millones y talentos con solidaridades.
Sin embargo, hay más atenuantes para entender a San Lorenzo. De aquel campeón de la Libertadores perdió a Valdés y a Gentiletti, y en especial la ilusión del desequilibrio individual que generaban Piatti y Correa. Y de los que vinieron aquí, el cerebro, Romagnoli, llegó sin fútbol por la lesión en el brazo, los centrales Cetto y Yepes arribaron tocados y Ortigoza desembarcó en la final con molestias en el tendón de Aquiles y con una fuerte contractura.
En este escenario, a San Lorenzo le falló su apuesta al “error cero” y al partido perfecto. Tal vez lo que más le duele es que el Real Madrid no le ganó con dos goles de fantasía, acorde a su actualidad de múltiples récords.
Venía bien San Lorenzo con su juego de roce (sin violencia, dentro del reglamento), de repliegue, sembrándole incomodidades al Real Madrid. No encontraban espacios para volar Bale, Benzema y Ronaldo. Y los tres del medio, Isco, Kroos y James Rodríguez, se veían obligados a tocar hacia atrás. Pero Kalinski opacó su buena producción con un pase atrás fallido en campo rival, que propició un contraataque derivado en disparo de Bale y desvío de Torrico al corner. Hasta ahí, San Lorenzo también había defendido con corrección seis jugadas con pelota detenida, otra fortaleza del Madrid. Sin embargo, en ese corner pateado con maestría por Kroos, arrasó Sergio Ramos a Yepes en el salto y festejó, con Torrico clavado en la línea.
Las manos flojas de Torrico en el 0-2 encima llegaron en el momento menos oportuno, en el inicio del segundo tiempo y cuando San Lorenzo había desperdiciado dos corners a favor. Aparte del error del arquero, entre Yepes y Mas, había recibido libre Bale el bonito pase de Isco.
Sobrevoló la sensación de que podía desencadenarse el papelón para San Lorenzo. Tal vez pensó lo mismo Bauza, quien así como había demorado el ingreso de Romagnoli (no hubiera estado mal el cambio por Verón en el entretiempo), no arriesgó al poner a Matos y trocó delantero por delantero.
El Madrid no levantó vuelo porque no quiso, no pudo o se dio por hecho. Cristiano Ronaldo se quedó sin su gol. Y San Lorenzo, sin desprotegerse, dibujó un final arrimándose, pero sin profundidad, con tres tiros desde afuera, dos que hicieron volar a Casillas (de Kalinski y de Mercier) y el otro de Buffarini desviado.
La historia dirá que San Lorenzo, sabiéndose siempre muy inferior, no logró el “error cero”, sufrió el partido imperfecto y terminó conforme, lejos de cualquier vergüenza futbolera. Se lo entiende.