Nigeria 2 - Argentina 3 - Grupo F - Mundial Brasil 2014
LOS NÚMEROS SON PERFECTOS, PERO LA EFICIENCIA DE LEO CONTRASTA CON LAS DUDAS DEFENSIVAS
La Selección tiene poco del equipo y mucho de Messi
Ahora se vienen los partidos sin retorno, para seguir o quedarse. Deberán mejorar los que tienen que ayudar al 10.La lógica previa decía que -de acuerdo con la calidad eventual de los rivales- la Selección debía completar la primera fase con 9 puntos, producto de tres triunfos. Y fue así, nomás. Nigeria fue el tercero, por 3 a 2. La lógica previa decía que este podía ser el Mundial de Leo Messi. Se cumplieron los dos cálculos. Messi marcó cuatro de los seis goles del equipo, otro fue en contra de Bosnia y el restante, con rebote en la rodilla de Rojo. Los cuatro de Messi fueron puros ¿Todo bien, entonces? No tanto. Porque fueron sufridas las victorias. Las tres. Y a las tres las salvó Messi, con golazos.En las dos primeras -con Bosnia y con Irán- corrigiendo actuaciones deslucidas del equipo y aun de él. En este contra Nigeria, aunque jugó sólo una hora, levantó su rendimiento. Cuando se fue, el equipo africano, en desventaja, abrió los espacios en afán de llegar al empate. Y se dieron las dos circunstancias básicas en el ida y vuelta. Las corridas y los remates de Di María, los piques de Lavezzi y la habilidad de Ricky Alvarez (el reemplazante de Messi) y algún contraataque más pudieron estirar la ventaja. Pero la búsqueda de Nigeria desnudó los desacoples defensivos que parecen enquistados en el equipo.
El partido había comenzado con buen augurio cuando tras el remate de Di María en el palo izquierdo del arco de Enyeama, Messi empalmó el zurdazo goleador. Pero enseguida nació el primer contraataque nigeriano y la primera distracción. Agüero la perdió en el medio y en dos movimientos llegaron al remate violento, cruzado de Musa.
Con el empate retomado los africanos se volvieron a agrupar masivamente en defensa. Pero sin la exageración de Irán. Porque salían con velocidad a la primera falla de combinación en los intentos argentinos. Se puede decir que la Selección buscó con paciencia. Pero no es la razón exacta de la ausencia del gol. Se trasladaba la pelota con prolijidad atrás, de una punta a la otra. Pero toda la intención de ataque terminaba con un pelotazo de Gago. No le encontró la vuelta a este mundial, todavía, el Pipita Higuaín. Y el Kun Agüero, lejos de su mejor versión, se lesionó en esa primera etapa y le dejó su puesto al entusiasta Lavezzi.
El perfecto tiro libre de Messi sobre el final volvió a disimular fallas y distracciones. Entonces, el balance fue: poco del equipo y mucho de Messi. Se decía en las semanas previas, y lo aceptaba Alejandro Sabella, que el secreto era “rodearlo bien a Leo”. Visto lo visto, eso no ocurrió. Pero Messi se las arregló solo para hacer los goles y ganar los partidos. Nigeria igualó apenas iniciado el complemento. Otra vez Musa. Esa entrada franca entre Zabaleta y Federico Fernández volvió a abrir las dudas sobre la seguridad defensiva. Con un amago bien hecho, Romero se tiró a su izquierda y la pelota entró a la derecha. El gol de Rojo, en realidad la pelota le pegó en la rodilla y entró, volvió a facilitarle el planteo a la Selección. Se abrieron los espacios. Y volvieron a verse las dos caras (aun sin Messi): su facilidad para llegar al arco contrario (Di María tuvo varias chances y el arquero, de gran actuación a pesar de los tres goles, las controló) y las facilidades de los rivales para aprovechar la fragilidad defensiva.
Ahora vendrán los partidos sin retorno, los de seguir o quedarse. Y ya se puede afirmar que éste es el Mundial de Messi. Del Messi goleador, por ahora. Todos los que no pudo concretar en Sudáfrica los hace aquí en Brasil. ¿Pero alcanzará con eso, si el equipo no empieza a ayudarlo? Será difícil. Es cierto que los próximos adversarios tendrán la “obligación” de buscar los triunfos para seguir en carrera. Y dejarán abierta la posibilidad de los contraataques, el argumento mejor de este equipo. Pero será necesario que mejoren los rendimientos los que tienen que “ayudar” a Messi. Porque sería muy pesada la carga para él.