San Lorenzo 1 - Cruzeiro (Brasil) 0 - Copa Libertadores 2014
VENCIÓ AL DURO CRUZEIRO EN LA IDA DE CUARTOS DE FINAL Y VIAJARÁ CON VENTAJA A LA REVANCHA EN BELO HORIZONTE
San Lorenzo lo elaboró con paciencia y lo ganó de cabeza
El equipo de Bauza no brilló, pero jugó con calma. No sufrió sustos y tuvo las chances más claras. Había perdido la pelota, pero Gentiletti cabeceó un tiro libre y marcó el triunfo.¿Qué le van a hablar de imposibles a esos hinchas que llenaron las tribunas, que hicieron un histórico récord de recaudación y que, una vez más, gozaron ante un rival brasileño? La victoria de San Lorenzo sobre Cruzeiro, largamente merecida, le da impulso a ese postergado sueño copero. Y a tan sólo noventa minutos de la semifinal, la ilusión es imposible de detener para estos fieles azulgranas.
Como todo equipo brasileño, Cruzeiro dejó claro que sus jugadores no son ningunos negados con la pelota y tienen el plus de jugar a dos toques. Se pararon más adelante que Gremio y mostraron mayor vocación ofensiva que Botafogo. No por nada es el único sobreviviente de Brasil en la Libertadores. Así y todo, le mostró mayor respeto que gaúchos y cariocas a San Lorenzo, que encontró la forma de complicarlo por los costados.
Con Héctor Villalba, rápido, encarador, por la derecha. Con el talento y el cambio de ritmo de Ignacio Piatti por la izquierda. El problema fue que, tanto por un lado como por el otro, terminó mal las jugadas. Resolvió de manera deficiente cada vez que pisó el área y se multiplicó en centros para Mauro Matos, que pareció demasiado pequeño ante los gigantes Dedé y Leo, quienes se cansaron de rechazar cada envío aéreo. Y cuando Tito ganó el mano a mano por la raya, no encontró un compañero que pudiera definir. La más clara fue de Nacho, que después de un desborde de Villalba, le pifió frente al arco de Fabio. Antes, hubo un tirito de Villalba y un remate de Angel Correa que el arquero mineiro neutralizó con los puños.
Viejo conocedor de la Libertadores, Bauza le había adelantado a Clarín que, en estas instancias, “si tenés tres chances de gol, hay que meter una. En la Copa no podés errar”. Pero sus hombres fallaron ante un rival cargado de similitudes. A fin de cuentas, Cruzeiro y San Lorenzo son equipos parecidos. Tienen laterales que pasan al ataque, volantes técnicos y rápidos, centrodelanteros con características de goleador y una dupla confiable de centrales. No obstante, los brasileños no cuentan con un jugador como Juan Mercier, que hace un trabajo silencioso, no tan vistoso como el de Piatti, pero eficiente. El Pichi siempre está bien parado, hace todos los relevos y cuando no está Leandro Romagnoli, como anoche, se convierte en el primer pase. Es un futbolista con nivel de Selección, sin ninguna duda.
En el segundo tiempo, San Lorenzo salió a buscar el gol con desesperación, como si estuviera perdiendo. Y se expuso demasiado porque perdió el orden atrás y en varias ocasiones quedó a merced de los peligrosos contragolpes de Cruzeiro. Sin embargo, apeló a una formula que no le había dado resultado en el primer tiempo, pero le terminó ofreciendo la solución para destrabar el partido: el juego aéreo. A los 10 minutos, Piatti puso un centro venenoso en el corazón del área, Matos cabeceó con potencia, tapó notablemente Fabio y, casi sin pausa, bloqueó el rebote ante Correa. Y un rato después, Néstor Ortigoza metió un tiro libre que Santiago Gentiletti cabeceó al gol y generó el eufórico estallido de esos hinchas que coparon el Nuevo Gasómetro.
Inmediatamente, Bauza apeló a Kannemann por Correa. Como había hecho con Gremio, sacó un jugador de perfil ofensivo (entonces, Piatti) con el objetivo de sostener el triunfo y cerrar el arco para viajar a Belo Horizonte sin goles visitantes. Y consiguió su meta. Para desatar una fiesta, para creer que la ilusión es posible.