Arsenal 0 - Nacional (Paraguay) 0 - Copa Libertadores 2014
EL EQUIPO DE PALERMO NO PUDO REMONTAR LA DERROTA EN PARAGUAY
Arsenal se cansó de tirar centros y se quedó afuera
El planteo físico y con poco juego por las bandas facilitó el trabajo de un rival con oficio.
De varios detalles parecieron no darse cuenta, durante toda la noche, eh, Martín Palermo y sus experimentados ayudantes de campo, Roberto Abbondanzieri y Rolando Schiavi. Justo ellos, que en estas cuestiones de la Copa Libertadores tienen abundante rodaje y frente a rivales paraguayos, más de una historia ganadora.¿Por qué, Palermo, Arsenal tiró centros frontales toda la noche? ¿Cuál fue la causa, con el diagnóstico a la vista, que se demorara tanto la presencia en cancha de un pasador, como Rolle, más allá de que con su ingreso el ex San Lorenzo y Olimpo no se mejoró demasiado? ¿Para qué un marcador de punta como Nervo, que jugó siempre a la altura de los zagueros centrales, cuando el Nacional paraguayo atacó con un delantero y medio?
El equipo del Viaducto pensó el partido desde la prepotencia física, pero en ese terreno también ganaron los paraguayos. Prolijos para defender, siempre predispuestos para correr más hacia el arco propio que hacia del rival, los visitantes repitieron exactamente la misma receta que tan bien habían cocinado en Liniers, cuando mandaron a Vélez a la banquina.
Un buen cabezazo de Furch y disparo con rebote de Freire despertaron esa esperanza que terminó en frustración. Nacional respondió con un testazo de Bareiro y una llegada inquietante de Coronel. En la más clara, Marcone asistió a Nervo y el lateral derecho la tiró afuera, junto a un palo.
Para el segundo tiempo nada cambió. Pudo abrirse el surco rumbo a la clasificación cuando el santiagueño Don bloqueó un zurdazo de Aguirre. Caraglio anduvo cerca con otro centro caído del cielo, mientras los guaraníes se acomodaban, siempre en un escenario ultra defensivo, cada vez más atrás. Sustentados en la infalibilidad del saltarín Cáceres -rechazó de aire el 90% de los envíos de Arsenal-, la prolijidad de los marcadores de punta y el despliegue de un doble cinco de pico y pala integrado por Rivero y Torales.
Con Rolle de enganche, el resto se olvidó de darle la pelota, por lo que Arsenal siguió siendo un equipo sin elaboración. Con Zelaya por Furch hubo más de lo mismo, o peor, porque el Cachi tampoco entendió cuál partido había que jugar cuando pintó la angustia.
Los últimos minutos de la víctima fueron de rebote continuo contra una línea de cinco -el que la completó fue Santa Cruz- que dudó en tirarle lo más lejos posible del área. Así, como aburrido, incapaz de convertir y sin luces para alumbrar un triunfo, Arsenal se marchó de la Copa.