Vélez 2 - Nacional (Paraguay) 2 - Copa Libertadores 2014

EL EQUIPO DE TURUS FLORES, PRIMERO EN LA CLASIFICACIÓN, RESULTÓ ELIMINADO POR EL ÚLTIMO

Vélez recibió un duro golpe: su sueño quedó hecho trizas

El empate en dos goles con Nacional de Paraguay lo condenó. En Asunción, en el duelo de ida, había perdido 1 a 0.

La eliminación de Vélez de la Libertadores se concretó anoche, pero comenzó mucho antes. ¿Cuándo? Resulta difícil precisarlo. Pero luego de apabullar 5-1 a Gimnasia (hoy, en la pelea para ser campeón), algo sucedió. El equipo del Turu Flores ya no volvió a ser el mismo. Perdió, sobre todo, confianza, poder de gol, conducción y presión en el medio, y lo poco se seguridad que tenía en el fondo. Ayer, aunque dominó todo el partido, peleó contra sus propios fantasmas. Se trató, al cabo, de la crónica de una eliminación anunciada.

La necesidad de ganar para revertir el 0-1 sucedido en Asunción, la semana pasada, impulsó a Vélez a imponer una intensa presión sobre un equipo paraguayo que fue sincero desde el minuto inicial: llegó a Liniers dispuesto a resistir, con diez jugadores detrás de la línea de la pelota y un solitario Freddy Bareiro para aguantar la pelota, más como distracción que como un mínimo peligro para los zagueros centrales Tobio y Domínguez.

El aluvión inicial del cuadro conducido por el Turu Flores tuvo dos llegadas claras en los primeros cinco minutos. Un cabezazo de Pratto en clara posición de gol y un zapatazo de Zárate por arriba.

Después, asomaron los problemas en el conjunto local. Un poco por la permanente tozudez de Zárate para resolver como a él se le ocurriera en vez de pensar qué necesitaba el equipo, en general, y algún compañero, en particular. Otro tanto por la misma realidad que no podía disimular el equipo, con abundancia de presión y casi nada de elaboración. Canteros y Correa cambiaron de orillas para complicar más, pero el local se olvidó demasiado del movedizo y atrevido mediocampista zurdo.

Así y todo, tuvo algunas otras chances propicias para empezar a ganar en aquella primera mitad. El santiagueño Don le ganó de modo impecable un mano a mano a Correa, un zurdazo de Cabral terminó en la manos del seguro arquero de Libertad y otra aparición de Correa, por la izquierda, finalizó con un rebote en Coronel cuando el primer gol parecía inminente.

¿Qué hizo Nacional en el mientras tanto? Correr a destajo y duplicar las marcas para impedir la fácil llegada a Don.

Pasado el primer cuarto de hora de la etapa complementaria, los entrenadores realizaron cambios como para denunciar intenciones. Flores incluyó a Nanni por Cardozo (defensor). Morinigo, por su parte, respondió con Balbuena (defensor) por Benítez (mediocampista).

De repente, en Liniers azotó un tsunami de situaciones. Enorme jugada de Cubero y gol más esperanza de Correa. Penal y expulsión de Romero para una sabia resolución de Torales. Golazo (otra vez alumbró la esperanza) de Correa y tarjeta roja para Canteros.

Vélez entregó el corazón jugando con dos futbolistas menos. Un centro aterrizó en la cabeza de Nanni, pero el delantero no pudo direccionar el envío. Hasta que en una réplica (Sosa había ido a buscar un córner), Orué encontró al Fortín abierto como con un tajo al medio y clasificó a Nacional.