Santos Laguna (México) 0 - Lanús 2 - Copa Libertadores 2014

MUY BUENA ACTUACIÓN DEL EQUIPO DE LOS MELLIZOS

Lanús armó una fiesta en México y está en cuartos

Le ganó 2-0 a Santos Laguna, al que ya había vencido de local. Blanco y Goltz, los goles.

Ya no se trata de una sorpresa o de un entusiasmo que nace: Lanús es cosa seria. Sus campañas recientes lo muestran como lo que es: un candidato frecuente en cada competición en la que se presenta. Ganó con autoridad la última Copa Sudamericana y pelea en cada torneo local en el que participa. Y ahora, ya en la Libertadores, también ofrece esa cara de equipo práctico, intenso, muy difícil de vencer. Anoche, mientras nacía el jueves, se presentó en México y exhibió su mejor versión. Tras el 2-1 en el encuentro de ida ante Santos Laguna (aquella victoria agónica en La Fortaleza de Guidi y Arias) consolidó su condición de clasificado a los cuartos de final de la máxima competición continental.

La principal virtud del equipo de los Barros Schelotto tuvo que ver con la actitud: afrontó la circunstancia como si estuviera en el patio de su casa. Sin inhibiciones, con el planteo de siempre, con la audacia que se le conoce, con esa búsqueda que tantas veces recibe aplausos. Y así obtuvo una clasificación mucho más cómoda de lo esperado: a los seis minutos del segundo tiempo, con ese penal que el capitán Paolo Goltz transformó en 2-0, el pasaporte quedó firmado. Ya no había lugar para el milagro de Santos Laguna, obligado a convertir cuatro tantos en 39 minutos.

Ya en el primer tiempo Lanús se había asomado a la posibilidad de convertir un tanto tranquilizador. Con la intensidad de Ismael Blanco, con la idea de buscar por afuera con los extremos (con Lautaro Acosta y con Oscar Benítez), con un mediocampo capaz de quitar y de jugar, con una defensa sólida y prolija. El primer gol fue una consecuencia razonable: a los 28 apareció Acosta por la izquierda, lanzó un centro, la defensa local se equivocó en el rechazo y Blanco clarificó todo con su definición. Fue un golpe que mucho se pareció a un nocaut.

Santos Laguna nunca se sintió a gusto en el partido.

No supo asumir el rol protagónico al que la necesidad obligaba. Y en consecuencia, padeció a Lanús y jamás supo revertir el rumbo. Ni siquiera estuvo cerca. Esta vez, Oribe Peralta -delantero relevante del seleccionado mexicano; figura en los últimos Juegos Olímpicos- estuvo neutralizado por los defensores visitantes -sobre todo por la notable tarea de Goltz y de Izquierdoz- y no pudo brindar sus habituales capacidades en territorio ajeno, en el área.

Ya con la expulsión de Andrés Rentería cuando faltaban 17 minutos la serie derivó en una obviedad: todo era de Lanús. Lo que siguió hasta el final del encuentro fue un agregado para el regodeo del equipo de los Barros Schelotto. En ese rato otra impresión comenzó a crecer: Lanús tiene con qué animarse a afrontar el sueño más grande de su historia, el de ganar la Libertadores...