San Lorenzo 1 - Unión Española (Chile) 1 - Copa Libertadores 2014
GANABA CON GOL DE MATOS, SE PERDIÓ EL SEGUNDO CUANDO FALTABAN 8 MINUTOS Y EN LA JUGADA SIGUIENTE SE LO IGUALÓ UNIÓN ESPAÑOLA
San Lorenzo lo dejó escapar y el empate le puede costar muy caro
Sin brillar, ganaba bien. No definió cuando tuvo la oportunidad y terminó concediendo dos puntos. Le quedan tres partidos en el Grupo y dos de ellos serán como visitante.Era un partido que podía marcar a San Lorenzo en la Libertadores. Eso había manifestado Bauza. ¿Y ahora qué? ¿Cómo impactará ese mazazo del empate sufrido a ocho minutos del epílogo, cuando parecía encaminado a una victoria que lo fortalecía en el grupo 2? Se sabrá en las dos próximas aventuras de visitante, primero en Chile y luego en Ecuador. Por el momento, la única certeza es que así le costará a San Lorenzo cumplir el sueño de la Copa.
No puede permitir que el Nuevo Gasómetro, de repente, salte de la fiesta a la decepción. Es un síntoma de falta de madurez. Y sin ese rasgo la conquista de semejante objetivo resultará una utopía. Cuando debía cerrar el partido, San Lorenzo falló en las dos áreas. Blandi no pudo acertar un cabezazo solo, tras gran cesión de Villalba, y en la jugada siguiente Canales clavó el empate ante una defensa insólitamente desarmada. Un regalo imposible de comprender.
San Lorenzo había roto el partido cuando casi no había hecho ruido en el área de Unión Española. Lo logró con una fórmula que no forma parte de la bandera que pretende levantar con su juego. Es que nació en un pelotazo. Matos lo peinó y Correa aceleró, pero molestado por los defensores se fue cayendo. Ahí, en el instante en que parecía diluirse la escena, como típico goleador, surgió Matos con un toque imperfecto, con un tiro débil, pero a la red. Al alivio. Como para no ser menos que Blandi. Como para certificar que San Lorenzo acertó con la contratación de los dos centrodelanteros.
Como suele ocurrir en el fútbol actual, San Lorenzo justificó el resultado después de encontrar el primer grito. Ahí hubo más compañía para la generosidad constructiva de Romagnoli, quien desde el principio se ofreció como un pibe. Aquellos que deben rodear al Pipi empezaron a aparecer. Hubo más del chiquilín que deslumbra, Correa, y del talento demasiado intermitente, Piatti. Hubo flashes de tenencia y de circulación.
También San Lorenzo consiguió latir sin que lo asustara demasiado este Unión Española con un 4-2-3-1 sin complejos, con sanas intenciones. No sufrió horrores atrás el equipo de Bauza, con una defensa que destacó a Gentiletti en el anticipo y en la salida en el primer tiempo, cuando Unión Española casi no se arrimó. Después, en el segundo período, con mayor insistencia y tenencia de los rivales pero apenas con un tiro de Berardo y dos de Canales que no fueron peligrosos, ya Gentiletti no fue tan prolijo aunque sacó, con la colaboración del colombiano Valdés, tan atento como rápido.
Bauza había acertado con el ingreso de Villalba, quien erosionaba en cada pique por la derecha. Blandi había entrado por Matos y Navarro, por Romagnoli. Aunque luego del gol, al Patón le cuestionarían las modificaciones desde la platea. También Unión Española había sacudido el banco. La historia se iba sin que nada se modificara. Eso parecía. Pero llegaron esos dos momentos, uno en cada área, que a San Lorenzo lo cachetearon.
Todavía está por verse cuánto daño le provocó este golpe. La realidad de la tabla marca que San Lorenzo deberá ir a dos citas como visitante con la necesidad de una victoria. La historia de anoche, más allá de que el equipo no había jugado bien, parece haberle costado más caro que un gol errado y una desatención defensiva. Así no.