Gimnasia 1 - Estudiantes 0 - Copa Amistad Ciudad de La Plata 2014
ALZÓ UN TROFEO CONTRA EL RIVAL DE SIEMPRE
Gimnasia tuvo la alegría que más le gusta en Mar del Plata
Un curioso gol de Licht le dio la victoria en el clásico frente a Estudiantes, que se quejó por un penal no cobrado.A una semana de su debut en el torneo Final en el Monumental, Gimnasia tuvo una de esas alegrías que insuflan optimismo. En un clásico polémico, le ganó 1 a 0 a Estudiantes aquí, a orillas del mar, y se quedó con la Copa Amistad luego del 1 a 1 del primer partido. Ayer tenía que haber un ganador, y el Lobo se quedó con el triunfo gracias -entre otras cosas- a un afortunado gol de Lucas Licht, a otra gran actuación de Fernando Monetti y a que el árbitro Pablo Díaz ignoró un penal de Facundo Oreja por una mano frente a un toque de Ernesto Goñi cuando quedaban quince minutos para el final. A Gimnasia poco le importó y lo celebró con la fuerza de las alegrías grandes.
Estudiantes tuvo diez minutos iniciales a pura furia. Con decisión y movilidad, generó dos situaciones clarísimas de gol que pusieron a Gimnasia la borde de la cornisa. A los 4, Goñi sacó rápidamente un lateral, Guido Carrillo la bajó de cabeza, Patricio Rodríguez encaró a toda velocidad con la pelota dominada y metió un pase en cortada para Alvaro Klusener, quien utilizó muy bien el cuerpo para desairar a un rival y meter un zurdazo que explotó en el travesaño. Gimnasia vivía momentos de confusión, en los que le costaba manejar la pelota. Y a los 6 minutos sufrió la baja de Osvaldo Barsottini (sufrió un esguince leve en el tobillo izquierdo): su reemplazante fue Maximiliano Coronel. Un minuto después, una volada de felino de Monetti le ahogó el gol a un cabezazo de Carrillo tras un córner de Patito Rodríguez.
Aquel impulso de Estudiantes comenzó a diluirse con el correr de los minutos, en especial a medida que Gimnasia logró hacer pie en el mediocampo. Los dirigidos por Pedro Troglio emparejaron el desarrollo y también dispusieron de una ráfaga propicia para abrir el marcador. Sobre los 30, un remate de Gastón Díaz rozó en un defensor y se fue al córner. Esa pelota parada derivó en un disparo de Coronel desde adentro del área que fue fue devuelto por el horizontal.
A los 36, todo Estudiantes pidió penal ante un cabezazo de Goñi que dio en la mano de Oreja. El árbitro hizo señas de que la acción del cuatro no fue intencional.
El azar tuvo mucho que ver para que Gimnasia se pusiera 1 a 0 arriba en el arranque del segundo tiempo. Iban apenas dos minutos cuando Licht quiso mandar un centro pese a que no había ningún compañero suyo en el área y el envío se transformó en una pelota venenosa que tomó altura y se metió en el arco pese a la estirada desesperada de Gerónimo Rulli.
Sobre los 13, el travesaño volvió a negarle un gol a Estudiantes, esta vez luego de un cabezazo de Leandro Desábato. Al igual que la mayoría de las veces, el encargado de ejecutar esa pelota parada fue Patricio Rodríguez, uno de los más destacados de Estudiantes.
La ventaja no modificó el plan inicial de Gimnasia, que recién en los últimos quince minutos se metió contra su campo, empujado por la búsqueda de Estudiantes. Estudiantes intentó como pudo y le costó mucho encontrar profundidad frente a un rival que realizó un gran esfuerzo físico. Sin embargo, Monetti debió esforzarse en varias ocasiones y, sobre los 30, tuvo lugar la jugada que despertó las quejas de Estudiantes. Los protagonistas fueron los mismos que en aquella jugada del primer tiempo en la que Estudiantes reclamó la pena máxima: a la salida de un córner, Oreja metió la mano para impedir el empate de Goñi y Pablo Díaz dejó seguir el juego. El árbitro estaba tapado por varios jugadores y el juego siguió ante las airadas protestas de todo Estudiantes.
Sobre el final, Gimnasia pudo haberlo resuelto de contragolpe pero las manos de Rulli se lo impidieron. Estudiantes fue y fue, pero Gimnasia le hizo saber que el triunfo no se le iba a escapar de las manos.