River 1 - Estudiantes 1 - Copa de Oro Mar del Plata 2014
EN MAR DEL PLATA, DOS BUENOS GOLES Y UN PARTIDO CON ESCASOS ATRACTIVOS PARA EL EMPATE 1 A 1
Muy poco para rescatar entre River y Estudiantes
El equipo de Pellegrino fue más que el de Ramón Díaz, quien puso un equipo plagado de suplentes. Carlos Auzqui le dio la ventaja al conjunto platense y Giovanni Simeone igualó para River culminando un gran contraataque.De la arena al césped. El fútbol de verano se sacó el bronceador y se puso los botines para inaugurar la acción en este incipiente 2014. Fue 1 a 1. No hubo un ganador entre los pibes de River y la experiencia de Estudiantes (sin Juan Sebastián Verón, quien se quedó trabajando en Buenos Aires). Y la pelota no tuvo mucha diversión en la fresca noche marplatense, en la que ni un sweater ni una camperita fueron suficientes para evitar tiritar entre las olas y el viento...
La experiencia de un Estudiantes armado, aunque haya presentado en esta oportunidad un mix, quebró desde el primer tiempo la inmadurez (en algunos casos inocencia) de este River púber. A pesar de mostrarse con mucha movilidad, el equipo de Ramón Díaz, la pelota, curiosamente, estuvo siempre en el campo millonario. No porque Estudiantes presionará a morir. No. Al equipo conducido por Mauricio Pellegrino le alcanzó con pararse en mitad de cancha, bien plantado, como para controlar las situaciones.
El toqueteo intrascendente no logró casi nunca superar esa línea del medio. Las pocas que pasó fue por la banda derecha, con la inquietud de Augusto Solari. Alguna que otra vez aprovechó las espaldas de Joaquín Correa, pero sin lastimar. Los centros que llegaron desde ese sector, generalmente, terminaron en la cabeza de Leandro Desábato y de Jonathan Schunke.
Pellegrino eligió un 4- 4-2 bien definido. La idea, muy clarita. Nunca se desarmó. Y, además, tuvo como mejor aliado a la paciencia. Sabía que en algún momento el error de los pibes de River iba a llegar. Avisó Estudiantes a los 36 minutos por primera vez: una proyección de Jonathan Silva terminó con un remate que apenas se perdió por encima del travesaño...
Y concretó esas insinuaciones cerca del epílogo de la primera parte. Correa recuperó una pelota en la mitad de la cancha. El volante tocó para Guido Carrillo; éste alargó para por la sorpresiva trepada de Román Martínez. El ex Tigre mandó un centro preciso para la entrada goleadora de Carlos Auzqui.
River, a esa altura, había perdido la movilidad y el manejo de la pelota. Se lo veía errático. Estudiantes, en cambio, con su libretito, estuvo cerca de marcar el segundo gol: Gastón Gil Romero a la carrera desde el borde del área grande incrustó la pelota en la parte exterior de la red de un atento Leandro Chichizola.
El arranque del segundo tiempo fue una continuidad de los primeros 45 minutos. Mejor Estudiantes. Sin embargo, a los 8, River logró empardar el partido gracias a una contra eléctrica que arrancó en los pies de Federico Andrada. Siguió con Daniel Villalba, por la izquierda. El Keko encaró y sacó un centro cruzado, con veneno. Ninguno de los dos Silva (el defensor y el arquero del equipo platense) pudieron con el botín derecho de Giovanni Simeone. Gol de los pibes. Empate. Y a empezar todo nuevo...
Si bien ni uno ni otro generaron jugadas peligrosas delante de los arcos, el ritmo del encuentro fue sostenido. Hubo un ida y vuelta hasta las áreas. Sólo para destacar un tiro desde lejos de Matías Kranevitter que terminó en el techo del arco. Tanto a River como a Estudiantes les faltó profundidad. Y una dosis de audacia: ninguno arriesgó más de la cuenta y por eso el primer partido del año terminó en empate. Un empate que dejó poquito y nada...