Boca 0 - River 2 - Copa BBVA Francés 2014
VENCIÓ A BOCA POR 2-0 CON GOLES DE LANZINI Y MENSEGUEZ
En Córdoba hubo fiesta y fue de River
El equipo de Ramón Díaz fue superior al de Carlos Bianchi y se quedó con el segundo Superclásico del año. El sábado que viene, en Mendoza. volverán a enfrentrarse.En Mar del Plata, Boca fue el que lo asfixió a River desde un comienzo hasta la expulsión de Daniel Díaz. Después sí, River lo dominó aunque sin inteligencia. De ese primer acto del Superclásico que terminó 1-1, Ramón Díaz tomó nota. Y con las sierras cordobesas como el fondo ideal de una noche perfecta, el Pelado sacó a relucir sus apuntes en el Mario Alberto Kempes. Su equipo planteó la receta para jugar estos partidos veraniegos, de músculos calientes y piernas veloces. Presión abrumadora desde el minuto uno. Así, tratando de cubrir los espacios y apretando de mitad de cancha hacia adelante, desestabilizó a su rival y le quebró la confianza. Boca perdió la pelota y se puso nervioso.
En ese contexto, el gol millonario no tardó en gritarse aquí en Córdoba. De un lateral por la derecha de Carlos Carbonero, a Joel Rodríguez se le escurrió un movedizo Teófilo Gutiérrez que desbordó y mandó el centro para que Lanzini la empujara sin marca.
La segunda edición del BocaRiver de este año se pareció a un partido del verano pasado. Porque, más allá del merecido triunfo del equipo de Ramón por 2 a 0, las incógnitas de ambos siguen siendo las mismas que tenían hace un año. ¿Podrá Manuel Lanzini mantener la regularidad necesaria para darle a River siempre el fútbol que le dio anoche? O en todo caso, ¿le dará el equipo la contención que necesita para que Lanzini logre esa regularidad? Y Boca, ¿solucionará todo mágicamente cuando tenga a Juan Román Riquelme en cancha, a quien volvió a extrañar horrores? Anoche, aquí en Córdoba, fue festejo rojo y blanco y tristeza azul y oro, pero el panorama para los dos más grandes del fútbol argentino cambió para que nada cambie.
Un Boca horizontal quedó siempre un cambio abajo de este River vertical. De esta manera, Leonel Vangioni le ganó siempre a Juan Manuel Martínez (Cristian Erbes lo reemplazó en el complemento) por la izquierda y Carbonero fue siempre un poco más que Juan Sánchez Miño por la derecha.
La presión de River no duró los 90 minutos. En algún momento el conjunto de Núñez af lojó y el fútbol se niveló en la mitad de la cancha. Fue el juvenil Luciano Acosta el único rebelde que se propuso molestar a Marcelo Barovero con algunos remates. Ni Fernando Gago ni Pablo Ledesma se hicieron presentes en el circuito de Boca. Y esas ausencias se sintieron. Por eso River, con Leonardo Ponzio y Matías Kranevitter como los soldados del empuje del círculo central y con Lanzini como la inspiración del vértigo, desdobló nuevamente a su adversario eterno. Fue Lanzini el que emuló al Correcaminos en una jugada en la que nadie pudo alcanzarlo, pero su disparo cruzado se fue desviado. Fue el mismo Manu el encargado de darle con rosca de izquierda a derecha para hacer lucir a Emanuel Trípodi. Y fue Lanzini el que recibió de Teo (antes Trípodi le había sacado una buena definición de zurda) y asistió a Juan Carlos Menseguez, quien ante la mirada inútil de la defensa de Boca clavó el 2 a 0 con total justicia.
Boca se animó de pelota parada con un cabezazo de Juan Forlín que manoteó Barovero al córner, pero no hizo más. River pudo haber aumentado el resultado de no haber sido por las manos del arquero rival.
Este segundo acto, en Córdoba, fue para River. El sábado, en Mendoza, será la tercera y última entrega del Superclásico de verano. ¿Podrá ser de Boca?