Belgrano 1 - Rosario Central 1 - Copa Provincia de Córdoba 2014

GANÓ LA COPA PROVINCIA DE CÓRDOBA POR DIFERENCIA DE GOL, AL EMPATAR CON ROSARIO CENTRAL

Belgrano se dio el gusto de levantar un trofeo en casa

Carrizo puso en ventaja a los visitantes con un lindo gol y Bueno igualó con un cabezazo.

En un triangular que aglutinó a casi 100 mil personas, Belgrano se quedó con la Copa Provincia de Córdoba al igualar 1-1 con Rosario Central y verse favorecido por la diferencia de goles. Es que el conjunto celeste le había ganado 2-0 a Independiente y el equipo rosarino había hecho lo propio con los de De Felippe, pero por 1 a 0.

El dibujo táctico del Central de Miguel Russo no es innovador, pero tiene rasgos interesantes. Adelante de los cuatro del fondo, Méndez y Domínguez se ubican en la misma línea, siendo el primero quien se desprende cuando el equipo tiene la pelota. Y Carrizo y Encina explotan las bandas para darle abasto a sus delanteros. Bien plantado de entrada, el equipo rosarino propuso más juego que lucha, en un rasgo que lo distingue del que jugó el último torneo.

El 1-0 fue para enmarcar. Federico Carrizo arrancó por la izquierda, tiró una pared con Luna y sacó un remate impresionante, ante el que Olave nada pudo hacer. Pudo aumentar el Sapito Encina, con un zurdazo al segundo palo que Olave desvió con espectacularidad.

Castillejos tuvo un cabezazo y un derechazo bien tapados por Olave, además de un remate rasante de Delgado. Belgrano contó sólo con una llegada de Bueno y fracasó en los andariveles. Márquez no funcionó y Rigoni duró 35 minutos, hasta que cambió de sector tras no funcionar en la banda izquierda. Bueno fue quien mostró el estilo Belgrano: luchador e insistente. El local, atado, sintió mucho la ausencia de su termómetro: Farré.

Sin embargo, la reacción de Belgrano llegó apenas empezada la segunda mitad. Un centro del Picante Pereyra, enviado al segundo palo con su pierna menos hábil, la zurda, encontró a Bueno para el cabezazo goleador.

Los cambios de Zielinski le cambiaron la cara a Belgrano, que desde entonces acompañó mejor a Bueno. Esteban González tuvo mayor libertad, los locales pudieron presionar más adelante y a Central le desapareció Encina. La visita se quedó con las manos vacías por no saber rematar el pleito en su rato de gracia durante el primer tiempo. Y lo pudo ganar Belgrano también, con varias chances en el segundo. Fue, en definitiva, un justo empate que le permitió a los cordobeses levantar el trofeo por diferencia de gol. No es poco para un equipo que se acostumbró a pelear arriba en el fútbol argentino.