Ganador - Gran DT Fútbol 5 - Torneo Inicial 2013

ARMANDO AYANIAN, DE 75 AÑOS, GANÓ EL TORNEO CON 8 PUNTOS DE VENTAJA

Un técnico que va al ataque, en el Fútbol 5

Es hincha de River y de Deportivo Armenio. Casi siempre apostó por delanteros y volantes con gol. Y se llevó muchos premios.

Para proponerse cosas, para cumplir metas, para soñar, para sonreír, para las pasiones, no hay restricciones. Demasiados límites hay en la vida como para ponerse más uno mismo. Muchos dicen que la edad es uno de ellos, pero sobran los chiquitos o los grandes que, afortunadamente, demuestran lo contrario. También en el fútbol algunos pregonan que los mayores están quedándose atrás. Pero existen las pruebas de que no es tan así. Armando Vicente Ayanian, de 75 años, lo certificó con su equipo -Colorado 23-, que ganó el título en el Fútbol 5 Garbarino de Gran DT. La victoria le permitió equiparse para las Fiestas con un Smart TV, un celular Nokia Lumia, una notebook, una heladera y un lavarropas. De lujo.

¿Cuál fue el secreto del éxito para Armando? “Participar desde que se inició el juego y anotar cuatro o cinco equipos al comenzar el campeonato, para después ir poniendo énfasis en aquellos a los que le va mejor”, cuenta este porteño hincha de River y cuyo corazón también tiene un lugar para Deportivo Armenio, ya que desciende de dicha colectividad. “El fútbol es lo que más me gusta. Miro todos los partidos que puedo por la televisión”, comenta el feliz ganador, que vive con su esposa y uno de sus hijos, con quien comparte la pasión por el juego. “Cada uno arma sus equipos y hace sus cambios. Es nuestro espacio, porque las chicas no siguen tanto el fútbol”, agrega.

El campeón del formato en que se juega sin límite de posiciones en el campo tuvo una táctica clara desde el inicio: ir al frente. “Siempre elegí jugadores de ataque. Mis baluartes fueron Piatti, Maxi Rodríguez, el Picante Pereyra y quien yo creo que me hizo pegar el salto, Matías Pérez García. También supe incluir a jugadores de Vélez como Pratto y, cuando estuvo en condiciones, Mauro Zárate”. Con esas pistas, Armando compartió un poco de su sabiduría y experiencia, esa que muchos menosprecian y que él se encargó de demostrar que tiene un valor incalculable.