River 2 - Liga de Loja (Ecuador) 0 - Copa Sudamericana 2013

SIN BRILLAR DEMASIADO, DIO VUELTA LA SERIE CONTRA LA LIGA DE LOJA Y SE CLASIFICÓ PARA LOS CUARTOS DE FINAL

Para River fue un trámite y ahora se las verá con Lanús

Teo Gutiérrez y Manuel Lanzini, uno en cada tiempo, convirtieron los goles. El equipo de Ramón sólo sufrió en los últimos minutos debido a la escasa diferencia en el marcador.

River cumplió el objetivo de pasar de ronda sin más apremios que esos tres minutos finales en los que perdió la pelota, se tiró atrás innecesariamente y pasó un par de sofocones que quedaron en eso. Ante un rival modesto como Liga de Loja, ganó con autoridad y evitó el papelón de quedar eliminado ante un conjunto carente de jugadores de renombre que pelea por evitar el descenso a la segunda categoría del fútbol ecuatoriano. Ahora, en los cuartos de final de la Sudamericana lo espera Lanús, en una de esas series que garantizan emociones y que el domingo tendrá una suerte de aperitivo cuando se enfrenten por el Inicial.

A grandes rasgos, para River fue como un trámite burocrático que tuvo algunos momentos de incomodidad. Por un lado, el primer gol se demoró más de la cuenta. Y, por el otro, la certeza de que un descuento ecuatoriano hubiera llevado la definición a penales instaló una extraña sensación de suspenso pese a que Liga de Loja hizo poco y nada para volverse a su país con el boleto para la fase siguiente.

River lo sabía desde la semana pasada, cuando perdió 2 a 1 en Ecuador después de cometer el pecado de ir a defenderse ante un rival que no merecía semejante reverencia : Liga de Loja es un equipo al que le cuesta mucho disimular sus fragilidades defensivas. Y en el Monumental eso volvió a quedar demostrado. Con la sola voluntad de ir hacia adelante obligado por la desventaja en el choque de ida, pero también con algunos raptos de fútbol bien concebido, River debió haberse puesto en ventaja antes. Lo hizo recién a los 36 minutos y en una jugada que tuvo un componente azaroso: Ariel Rojas quiso meter un pase filtrado, el intento de cierre de Jimmy Bermúdez lo dejó solo a Manuel Lanzini y éste le sirvió el gol a Teo Gutiérrez.

Antes, River había tenido tres situaciones claras de gol, una de ellas dilapidada increíblemente por Vangioni, quien pese a jugar en un puesto en apariencia poco trascendente como el de lateral izquierdo ya se volvió algo así como el líder espiritual del equipo por su coraje y por su entrega física. El líder futbolístico es, de todos modos, Lanzini. El mediapunta encara, rompe líneas con su gambeta y desequilibra casi siempre. Y anoche terminó de resolver el partido con esa apilada que finalizó con ese derechazo goleador desde afuera del área.

A River las cosas se le habrían facilitado si el paraguayo Julio Quintana hubiera cobrado el penal que Julio Ayoví le cometió a Andrada en el cierre del primer tiempo.

Limitado, Loja especuló en todo momento con la posibilidad de ir a los penales o de llegar al 1 a 1 en alguna jugada aislada que recién sobre el cierre intentó forzar.

River dejó en claro que todavía es un equipo preso de sus propias inseguridades cuando en un breve lapso del segundo tiempo se tiró atrás para jugar de contragolpe. Enseguida se dio cuenta del peligro que ello significaba y volvió a tratar de establecer las diferencias de jerarquía existentes. El golazo de Lanzini terminó ajustando el resultado a lo que había sido el desarrollo. Pero River sabe que para seguir avanzando deberá transformarse en un equipo confiable, más parecido al de anoche que al que regaló un tiempo y jugó con timidez en Loja.