Tigre 2 - Olimpia (PAR) 1 - Ida 8vos de final - Copa Libertadores 2013

EL MARTES LE GANÓ 2-1 A OLIMPIA EL PARTIDO DE IDA

Un sabor agridulce en la victoria de Tigre

Se lesionó Botta y está en duda para la revancha en Asunción.

Sueña Tigre y no para de soñar. Tigre le ganó el primer chico de los octavos de la Libertadores a Olimpia, un equipo grande, que sabe lo que es levantar la Copa. Y si Tigre sueña, en parte se lo debe a dos zurdas. Una la de Rubén Botta, que se fue rengueando por un golpe en la rodilla izquierda. Y la otra, la de Matías Pérez García, la figura de la cancha ante Olimpia. El salteño jugó e hizo jugar a pura gambeta. Y con un cabezazo (más allá de sus 165 centímetros) hizo el segundo gol.

Es un buen resultado el que logró Tigre: ganó, que es lo principal. Pero sufrió ese gol de Miranda, de tiro libre, cuando había establecido una buena diferencia de dos goles. Pero lo que más preocupa es la lesión de Botta, quien sufrió un esguince de rodilla derecha y el tiempo ideral de recuperación en una lesión de esas características es de 20 días. Si llega, llega con lo justo a la revancha en Asunción del jueves 16. Por es el triunfo dejó un sabor agridulce en Victoria.

“Este grupo salvó del descenso a Tigre, lo clasificó a la Copa Sudamericana, lo llevó a la final, lo metió en la Libertadores, pasó a la segunda ronda y ahora podemos llegar a estar entre los 8 mejores de América”, dijo Néstor Gorosito tras el triunfo del martes. Elogio y respaldo para un plantel corto que asume la doble competencia. “Estamos convencidos de lo que hacemos y vamos por buen camino”, señaló Pérez García quien también admitió que “fue una lástima ese gol, un baldazo de agua fría, un cachetazo”. Antes del diagnóstico de la lesión de su compinche, había dicho que “esperemos que lo de Rubén no sea nada grave y que pueda recuperarse pronto”.

El partido fue uno de los típicos en los que se define en la ida y la revancha. El local salió a atacar y el visitante a cuidarse. Tigre lo anunció de entrada con una corrida de Botta y un remate que se quedó en las manos de Silva. El gol llegaría en una jugada que parecía no llevar peligro, pero la defensa de Olimpia nunca pudo rechazar la pelota. Donatti la bajó de cabeza y Peñalba concretó tras una media vuelta. Poco despuésel árbitro ecuatoriano Omar Ponce omitió un penal clarísimo de Orban a Báez.

En el complemento Tigre arrancó dormido y Olimpia jugaba en su campo tratando de conseguir la igualdad. Sin embargo, en un contraataque comandado por Peñalba, continuado por Leone y finalizado con un cabezazo de Pérez García llegó la ventaja deseada. El tiro libre de Miranda dejó a Olimpia con vida y contrariado a Tigre.