U. Católica (Chile) 2 - 1 Independiente - Copa Sudamericana 2012
UNIVERSIDAD CATÓLICA LE GANÓ 2-1 DESPUÉS DEL 2-2 DE LA IDA EN AVELLANEDA
Independiente puso coraje pero igual se quedó afuera
En Santiago, no le alcanzó al equipo de Américo Gallego con el esfuerzo del segundo tiempo. Los chilenos fueron superiores en la serie y merecieron seguir adelante en la Copa.El Independiente de anoche fue pura improvisación. Contrariamente a lo que había hecho en la ida, cuando Américo Gallego se la había jugado con casi todos los titulares, puso un equipo alternativo. Y eso llevó a que algunas piezas no ocuparan su posición habitual: Samuel Cáceres, marcador central por naturaleza, fue el lateral derecho; Federico Mancuello jugó como tres y no como volante por ese sector; Hernán Fredes se movió como carrilero por izquierda cuando sus mejores actuaciones fueron como la pieza más adelantada de un doble cinco ; y Lucas Villafáñez actuó como mediocampista ofensivo por la derecha cuando sus características son más parecidas a las de un wing. Eso generó desconcierto en el juego y una desaconsejable tendencia a que la mayoría de los intentos ofensivos fueran por arrestos individuales.
Independiente se encontró con un adversario que tiene dos caras: frágil en defensa y peligroso en ataque, con Francisco Pizarro y Nicolás Castillo incisivos y punzantes. Por los costados del mediocampo, Michael Ríos y Fernando Cordero (expulsado en el segundo tiempo) aprovecharon las debilidades de Independiente por las bandas.
Pese a la superioridad táctica e individual que mostraba, la Católica fallaba en la definición. De hecho, en el primer tiempo llegó a los dos goles de Michael Ríos por la misma vía: de penal. Uno por una mano de Cáceres y el otro por una infracción innecesaria de Tula.
En ofensiva, Independiente produjo poco y nada. Todo el arsenal que descargó fue en un breve segmento de dos minutos, entre los 33 y los 35. En la primera llegada, Patricio Vidal habilitó a Villafáñez y Cristopher Toselli le alcanzó a mandar al córner el mano a mano. Enseguida llegó el gol del 1 a 1 esperanzador, con la volea de Jonathan Santana luego de una chilena fallida de Vidal. Pero el empate le duró demasiado poco a Independiente. Tres minutos después, la Católica volvió a ponerse arriba.
Independiente acumuló méritos y llegadas como para empatarlo en el segundo tiempo. Volcado al ataque con más coraje que fútbol, y revitalizado por los ingresos de Osmar Ferreyra, Martín Benítez y Ernesto Farías, puso en aprietos a la Católica (estaba con uno menos) e instaló la sensación de que el empate que conduciría a los penales podía llegar en cualquier momento.
Sin embargo, la falta de justeza en la definición le impidió llegar a ese 2 a 2 por el que tanto insistió en la etapa final. Y la aventura copera se terminó.