Boca Campeón Copa Argentina 2011-2012

CELEBRÓ EN SAN JUAN Y SUMÓ UNA ESTRELLA TRAS LAS FRUSTRACIONES DEL ÚLTIMO TORNEO LOCAL Y DE LA LIBERTADORES

Boca: El primer campeón

Silva y Viatri sacaron ventaja, y descontó Viola. El triunfo por 2-1 sobre Racing le dio la nueva versión de la Copa Argentina y, también, la clasificación a la Copa Sudamericana. Habrá una multitud.

Hay vuelta olímpica. Hay vida futbolera. Hay algunas respuestas individuales interesantes. Hay Boca. De vuelta. Aquí, en San Juan. Ese trofeo que levanta es el que menos deseaba en el arranque de este 2012, pero ahora se celebra como el más valioso. Y se entiende. En este fútbol desbordado por el exitismo representa mucho más que la clasificación a la Sudamericana. Es la paz. Es el alivio. Es el oxígeno. Por algo la locura de los jugadores, con palomita incluida frente al trofeo. Por algo las lágrimas de Falcioni...

La Copa Argentina es de Boca. Y la merece. Por ser más. Porque cada integrante del Doble 9 aportó en la red. Por el partidazo de Viatri. Por la seguridad de Ustari. Por el esfuerzo de Somoza. Por los buenos segundos tiempos de Chávez y de Clemente. Por el saludable ingreso de Sánchez Miño. Por... Después de tantas oscuridades, vaya si tiene razones Boca para gozar. Si no fuera por las manos de Saja y por fallas en el último pase, hubiera dibujado una victoria más amplia ante un Racing que entregó una imagen colectiva desdibujada, repleta de fragilidades, preocupanteal extremo pensando en sus pretensiones de campeón.

El peor momento de Boca fue el principio, cuando sufrió a Viola por la banda de Clemente Rodríguez, quien a los 5 minutos ya estaba amonestado por una falta al delantero que se va al Sporting de Lisboa. Tan mal estaba Clemente que la perdió en el medio y Villar dejó a Sand frente a Ustari, pero Pepe resolvió con lentitud, permitiendo el cierre al corner de Schiavi. Y por otro desborde de Viola, tuvo Sand la segunda chance, pero le pegó de primera, sin justeza y por arriba, como si no lograra despojarse del fatídico estreno con dos penales errados ante Rafaela .

Racing manejó el ritmo y la pelota en el arranque, pero le duró demasiado poco. Es que Boca empezó a afirmarse, a ordenarse. Así Boca equilibró el desarrollo. Y enseguida lo desequilibró a favor. Lo hizo con una salida tan rápida como exacta de Ustari (aplaudida por Falcioni) que concluyó en una pifia de Corvalán y en un dulce globo de Silva propio del mejor Tanque, ese que Boca tanto extrañaba.

Hasta ese golazo del uruguayo, Boca había asustado sólo con un tiro de afuera de Viatri apenas desviado. A partir de ahí, Chávez salió de la intrascendencia y al menos participó. Somoza, a su esfuerzo y a su quite, le agregó algo de precisión. Silva se soltó.

Racing era caótico del medio hacia atrás: retrocedía mal y con lentitud. Boca apenas necesitaba acertar un pase para quedar solo con Saja. Y estuvo ahí de irse al entretiempo ganando por dos goles. Después de un quite de Caruzzo y un pase de Somoza, de nuevo Silva se plantó cara a cara con Saja, pero se la tiró al cuerpo del arquero a pesar de que la posición era más cómoda que la del gol.

A pesar de un tiro de Centurión que Ustari controló abajo, Racing no le encontraba la vuelta al segundo tiempo. No hallaba respuestas en el medio y ya Viola no desequilibraba tanto. Parecía firme Boca. Una sensación que se reforzó con el segundo grito, un festejo repleto de matices para que Falcioni redoble su apuesta. Porque surgió en ataque Clemente como en su versión ideal, con sorpresa, con explosión. Porque Sánchez Miño (reemplazante del golpeado Erviti) se la empaló al 3 con clase absoluta para ponerlo en situación de centro atrás. Y porque Viatri definió con jerarquía a un rincón.

Zubeldía arriesgó con los cambios hasta llegar a cuatro delanteros en cancha y terminar con una especie de 3-3-4. Viola descontó aprovechando un rebote en el palo tras disparo de Martínez. Y Racing, más que regalado atrás, fue por un partido que Boca pudo liquidar antes de ese gol (con un cabezazo de Viatri en el travesaño, tras centro de Clemente) y también después, en especial en esa doble chance que Saja le tapó a Silva y que Cahais le sacó en la línea al toque tibio de Chávez. Racing se aproximó con centros y con otra más que mostró a un Sand lento e impreciso. Y punto. Todo era de Boca. La Copa Argentina y el alivio.

Felicitaciones Xeneize!!!