Argentina 4 - 0 Ecuador - Eliminatorias Brasil 2014
LA SELECCIÓN QUEDO EN LA CIMA DE LAS POSICIONES
Alcanzó con Messi para la fácil goleada de la Selección
El equipo de Alejandro Sabella logró una contundente victoria. A los 31 minutos ganaba 3-0 ante un débil equipo ecuatoriano.
Sería un pecado dejar que la agradable estadística de una goleada valiosa tape otras verdades del campo de juego. Es cierto: Argentina fue más y mejor que un rival frágil y ganó con comodidad ante un Ecuador que a los 31 minutos ya sabía que la visita terminaría en derrota amplia. Pero eso no es todo: el equipo de Sabella no fue puro brillo ni mucho menos. Careció de juego asociado y de elaboración en el mediocampo y -más allá de que no fue forzado- en el fondo no parece ofrecer garantías.Tuvo y tiene una ventaja enorme, de todos modos: cuando Messi juega a la altura de Messi todo resulta más sencillo. El gol -sea de él o de alguno de sus compañeros- resulta una aparición, late en cada jugada en la que participa. Ayer, bajo el cielo de Núñez, fue el mismo que en cada eslabón de la notable temporada europea que acaba de concluir. Con él, más el aporte nítido -en el área- de sus socios de ataque (Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín) Argentina disimuló las dificultades exhibidas en otros sectores del campo.
Y armó una goleada en apenas media hora. El mejor del mundo participó en esos tres goles: en el primero, tiró una pared con Di María que derivó en un pase preciso y precioso para Agüero, quien definió como sus mejores tarde con el Manchester City. En el segundo, habilitó a Higuaín como lo hace con Alexis Sánchez o Iniesta en el Barcelona. Higuaín también definió como si estuviera en el Bernabeu. En el tercero, tras encarar y tirar una pared con el Pipita, recibió la devolución de gentilezas y definió alto, inalcanzable. Golazo.
A esa altura, a Ecuador ya se le habían roto todos los planes. Reinaldo Rueda había llegado a Buenos Aires con la idea de achicar espacios hacia atrás, de poblar la mediacancha y de salir rápido por los costados. No pudo hacer nada de eso. El cambio de Jaime Ayoví por Luis Saritama, a los 39, fue una demostración al respecto.
Hubo otros detalles para señalar de este equipo argentino que busca una identidad de juego (que no tiene) además de victorias que lo acerquen a Brasil 2014. Fue interesante lo de Gago en el primer pase, sobre todo en las jugadas que resolvieron el partido. Resultó valioso también lo de Di María exponiendo sus condiciones técnicas al servicio del equipo, incluso más allá de alguna torpeza por apuro. Incluso más allá de esa notable volea de zurda que significó el cuarto gol de la Argentina, cuando ya se jugaban 30 del segundo tiempo.
Por el lado de las preocupaciones quedaron las imprecisiones de Mascherano en los cambios de frente, algunas dificultades de Zabaleta en la marca y la sensación de que no hay una defensa consolidada. Queda una pregunta para responder en breve: ¿será Brasil, en el amistoso del sábado en Estados Unidos, la prueba de fuego que necesita este cuarteto de defensores? Es una señal positiva el hecho de que no haya recibido goles. Ante un débil rival, claro.
De todos modos, la principal cuestión a resolver tiene que ver con la idea: Argentina -de local ante un maltrecho Ecuador- jugó más cómodo de contraataque que con la pelota al pie; priorizó la velocidad y el pelotazo sobre la elaboración. ¿Será ese el patrón de juego? ¿Será así la Argentina que veremos en el recorrido hacia el Mundial? Las respuestas comenzarán a encontrarse, tal vez, en la próxima cita oficial: ante Paraguay, en setiembre. Por ahora, con el 4-0 de anoche, la Selección es líder de las Eliminatorias. Todo, mientras descansa en el talento inmenso de Lionel Messi. Pero el árbol no debe tapar al bosque.