Vélez 1 - 0 Santos (Brasil) - Copa Libertadores 2012
CON UN GOL DE MAURO OBOLO EN EL PRIMER TIEMPO VOLVIO A GANAR EN LINIERS DESPUES DE CASI DOS MESES
Vélez fue un equipo paciente y le sacó una luz al campeón
Fue un triunfo merecido del equipo de Gareca. Ahora, el jueves, buscará el pase a semifinales.
Anoche, en Liniers, no estuvo el jogo bonito del Santos. No apareció Neymar, ni Ganso, ni Elano. Ni siquiera Pelé vino. Lejos estuvo de ser ese equipo que venía aplastando rivales. Al contrario, el que sí puso el buen juego, el corazón y las ganas, fue el Vélez de Gareca. Que si bien logró un triunfo cortito, no deja de ser una victoria, que de paso rompió el maleficio en Liniers después de casi dos meses.Todo lo que planeó Gareca se dio en los primeros minutos del partido. Mucha presión, mucha tenencia de pelota, atacando por las dos bandas, por derecha con Augusto Fernández y el pibe Peruzzi, y por la izquierda con Cabral y Papa. La ecuación salió como se esperaba, porque los primeros 30 minutos del encuentro fueron todo de Vélez. Lo buscó por todos lados, especialmente por el sector derecho de Augusto Fernández, el más agresivo de todos. Pero, a pesar de ese dominio, le costó generar situaciones de gol. No tuvo la profundidad necesaria. Las llegadas fueron escasas: una mala salida de Ganso que terminó en un tirito del Burrito; un remate de Cabral desviado; un taco de Cabral y Martínez que pateó a la carrera a las manos de Rafael.
Y, el más trascendente, un potente remate de Augusto que rechazó muy bien el arquero. Después se cansó Vélez, seguramente por el trajín acumulado en el semestre. Por otro lado, Santos mostró una versión muy tibia. Ganso, displicente, perdió todas las pelotas que tocó. Neymar directamente no participó en el juego. El crack brasileño primero se recostó por izquierda, lo taparon bien y no le mostraba pase a sus compañeros; después, por derecha, también lo mantuvieron fuera de acción y sin necesidad de recurrir al juego brusco. Y llegó el gol.
En el momento que parecía que la gente empezaba a impacientarse, marcó la diferencia por la paciencia del equipo. Casi como una declaración de principios. Una trepada de Peruzzi, una guapeada de Fernández, un cambio inteligente de lado a lado de Cerro y un centro de Papa con un poco de suerte porque se desvió en Elano. Todo para el desahogo de Obolo, quien volvió a marcar después de 1.291 minutos.
Con el 1-0, Vélez comenzó a regular y a buscar el segundo también con paciencia. En la parte final siguió regulando, bajó la intensidad y los delanteros quedaron bastante aislados. Igual tuvo un par de chances claras, dos de pelota parada que generaron cabezazos peligrosos, y un remate de Augusto que tapó bien Rafael. El equipo brasileño salió a jugar unos metros más arriba, con un poco más de actitud y pudo salir de ese ahogo en el que lo metió Vélez. Se alejó de su área, jugó más en el medio y se acercó al arco de Barovero. Pero siempre se encontró con una defensa muy firme. Sólo le faltó un gol más a Vélez para ir mejor parado a la revancha, el jueves, en San Pablo.