Santos (Brasil) 1 (4) - 0 (2) Vélez - Copa Libertadores 2012

EL CONJUNTO DE GARECA JUGO CON UNO MENOS DURANTE 50 MINUTOS, PERDIO 1-0 Y LO ELIMINARON EN LA DEFINICION DESDE LOS 12 PASOS

No alcanzó el esfuerzo y los penales condenaron a Vélez

La expulsión de Barovero condicionó a los de Liniers. Papa y Canteros fallaron en el momento decisivo.

Vélez se fue de la Copa Libertadores con dolor, pero también con dignidad. Dolor porque su ilusión de ganarla era muy grande para coronar del mejor de los modos un ciclo que comenzó hace tres años y medio. Y dignidad porque jugó 50 minutos con diez hombres y estuvo a menos de un cuarto de hora de conseguir el empate que le hubiera dado la clasificación para las semifinales. Después del 1 a 0 que Santos consiguió en el tiempo reglamentario, el equipo brasileño se impuso por 4 a 2 en la definición por penales y consiguió el boleto para enfrentar a Corinthians.

Santos y Vélez son dos equipos que están acostumbrados a jugar bien. El local, con el tradicional estilo brasileño y con jugadores de categoría como Neymar y Ganso. Y Vélez, desde la llegada de Ricardo Gareca en 2009, generó un estilo propio, de respeto por la pelota. Sin embargo, en los primeros 45 minutos, el partido se pareció mucho a una partida de ajedrez.

Gareca lo había anticipado: la idea de Vélez sería presionar a Santos en todo el campo para mantenerlo lo más lejos posible del arco. Y eso fue lo que hizo durante casi toda la etapa inicial, hasta que Marcelo Barovero se fue expulsado por derribar a Neymar en la puerta del área cuando éste parecía irse camino al gol, a los 40. Pese a que estaba obligado a ganar, Santos también tomó recaudos defensivos, especialmente para controlar a Juan Manuel Martínez y a Mauro Obolo, quien le dejó su lugar a Germán Montoya apenas Barovero vio la roja.

En un campo de juego rápido por la lluvia, Vélez estuvo bien agrupado, pero impreciso con la pelota para llegar con claridad al área de Santos. Tuvo algunas aproximaciones, pero todas se diluyeron en el último pase. Por su parte, Santos trabajó mucho en la salida por la izquierda buscando a Neymar, quien en algunas ocasiones también intentó lastimar por el sector derecho.

Vélez venía teniendo un partido bastante más tranquilo de lo previsto, al punto de que los hinchas del Santos le estaban haciendo sentir su fastidio al equipo porque no encontraba los caminos para generar peligro. Pero, a los 40, Víctor Zapata perdió una pelota, Elano se la cruzó a Neymar, Gino Peruzzi no llegó al cierre y Barovero lo bajó. Vélez se encontró con una circunstancia impensada: jamás pensó en quedarse sin una pieza vital como su arquero.

Ya con Montoya por Obolo, Santos se animó un poco más e inquietó en un par de ocasiones antes del cierre del primer tiempo. Fue un anticipo de lo que ocurriría luego. Santos salió a manejar la pelota y a tratar de hacer valer su poderío ofensivo. Buscó permanentemente, pero de a ratos se reiteró en centros improductivos. De todos modos, no demoró mucho en entender que el negocio estaba por abajo. Ingresaron Rentería y Léo, y el fútbol de Santos logró mayor fluidez. Aun resignando protagonismo, Vélez dispuso de chances para ponerse en ventaja. Por caso, con aquella guapeada de Augusto Fernández que Rafael terminó sacando al córner y con aquella definición imperfecta de Martínez tras un pase de Augusto.

Del otro lado, Montoya salvó un par de remates peligrosos desde afuera. Pero cuando un equipo se retrasa tanto como lo hizo Vélez en el segundo tiempo, el riesgo de que le conviertan es mayor. Y el 1 a 0 llegó casi por decantación sobre los 32: Ganso habilitó a Léo, quien lo dejó en posición de gol a Alan Kardec, y el delantero no perdonó. Ya en los penales, Canteros tiró el suyo por arriba y Rafael se lo tapó a Papa adelantándose. Vélez lo lamentó, pero quedó afuera con la frente en alto.