Flamengo (Brasil) 3 - 0 Lanús - Copa Libertadores 2012
A FLAMENGO NO LE ALCANZO CON LA GOLEADA Y QUEDO ELIMINADO PORQUE EMELEC VENCIO A OLIMPIA
Lanús sufrió a Ronaldinho pero igual terminó primero
El equipo granate, ya clasificado para los octavos de final, se pareció mucho a su versión del Clausura.
Si el fútbol acepta visitas de la fantasía, entre otras razones, es porque hay jugadores como Ronaldinho. No importa que haya superado la etapa de esplendor. Si un 10 así anda por la cancha, no hay que dejar de mirar. Sólo hay que esperar. En algún momento, una de esas perlas de colección exhibirá. Y no tiene sentido perdérsela. Porque por ahí, después de casi no participar en el juego, de repente, elude a dos rivales como si nada y pone de cara al gol a un compañero. Y a no creer que el show acaba en ese instante. Porque tal vez, al ratito, rememora sus gloriosos viejos tiempos, inventa dos bicicletas por un costado y manda un centro-asistencia para que festeje otro de los suyos.Como para borrar los huevazos que la semana pasada la barra del Flamengo le tiró en su regreso de Ecuador. Como para demostrar que todavía puede ser más que un fenómeno marketinero colosal. A este Ronaldinho de hoy lo padeció aquí un Lanús inexpresivo, muy diferente al Boca que un día antes, en este mismo estadio, obsequió una respuesta de carácter total. Sin embargo, el fútbol de su principal estrella no le alcanzó a Flamengo: el cardíaco triunfo de Emelec sobre Olimpia, en Paraguay, lo dejó afuera de la Copa Libertadores. La idea de Lanús era venir aquí a buscar un resultado que lo dejara bien posicionado en la tabla de los primeros y que le permitiera disimular la imagen demacrada que ofrece en el torneo Clausura, en el que está último junto a Olimpo.
Pero este Lanús se pareció mucho más al del fútbol doméstico que al del terreno copero: fue demasiado cauteloso y midió demasiado a un Flamengo que necesitaba sí o sí un triunfo. Lanús se paró con un dibujo táctico 4-1-4-1, con Matías Fritzler adelante de los defensores y con Mariano Pavone como única punta real. Adelante de Fritzler se ubicaron Diego González y Guido Pizarro como doble pivote, y Diego Valeri y Mario Regueiro bien abiertos. Pero ese sistema tuvo un déficit: le faltó decisión para ir a atacar a un Flamengo que del medio hacia atrás se insinuaba frágil.
Lanús le permitió crecer a Flamengo. Y con ese 4-3-3 bien ofensivo, los brasileños de a poco le fueron encontrando la vuelta al desarrollo. Todo se les facilitó a los 17, cuando Welinton anticipó en un córner a Paolo Goltz y aprovechó la floja respuesta de Agustín Marchesín para anotar el 1 a 0 con un cabezazo. Lanús tuvo dos oportunidades para empatar: un tiro de Valeri que le quemó las manos a Felipe y, en el córner posterior, un cabezazo alto de Regueiro. Ronaldinho parecía lento y estaba impreciso hasta en los tiros libres (dos pegaron en la barrera).
Cada tanto levantaba a la gente con algún lujo, pero eran más fuegos artificiales que realidades. Hasta que se cansó de no estar y en el cierre del primer tiempo y el arranque del segundo liquidó la historia. En la jugada del 2 a 0, eludió a dos rivales y asistió a Deivid. Y luego hizo dos bicicletas y mandó un centro bárbaro para la definición de Luiz Antonio en el tercero. Lanús buscó tener más presencia, pero se acordó tarde. Y el fútbol terminó lamentando la eliminación del equipo de Ronaldinho.