Vélez 3 - 0 Chivas de Guadalajara - Copa Libertadores 2012
CON DOS VICTORIAS, ES LIDER EN SU GRUPO
Vélez supo buscar hasta que llegaron los goles y la alegría
Un tanto de Obolo y dos de Insúa -los dos refuerzos-, le dieron el triunfo ante Chivas, que aguantó un rato.
Vélez continúa su paso ideal en este 2012, especialmente en la Copa Libertadores. Le costó, es cierto. Pero cuando se le abrió el partido con ese golazo de Mauro Obolo, sacó a relucir su autoridad, su temperamento y su categoría para liquidar a Chivas. Con esta victoria, el equipo de Gareca se afirma en su grupo con puntaje ideal: dos jugados, dos ganados, seis goles a favor y ninguno en contra. Si se suma que en el Clausura empató en el arranque con Godoy Cruz y viene de golear a Banfield 4-0, la gente de Vélez tiene motivos para ilusionarse.Hay partidos que en la previa parecen fáciles pero después no es tan así. Chivas se presentaba en Liniers con resultados negativos en el comienzo de la temporada: dos empates y cinco derrotas en la liga local y una pobre paridad con Deportivo Quito en Guadalajara. Vélez, en cambio, inició el año con solidez y goles, derecho en la Copa y en torneo. Sin embargo, en el Amalfitani todo estuvo muy parejo en el inicio. Parecía que Vélez arrancaba para comérselo. Al minuto, tras una buena jugada de Insúa, un derechazo bajo de Cubero se fue cerca. A pesar que Chivas salió a atorarlo, Vélez fue fiel a su estilo de juego: buscar llegar por las bandas y tener como meta el arco de enfrente.
Empezó así, pero a partir de los 10 minutos Chivas empezó a nivelar las acciones con los mismos argumentos que Vélez: pelota por abajo y utilizando las bandas. Arellano había empezado un poco más de punta pero después se recostó por el sector izquierdo y lo tuvo a maltraer a Fabián Cubero; por el costado derecho, Jesús Sánchez también aportaba lo suyo y complicaba. La mayor virtud del equipo mexicano era la fuerte presión en el medio, y cuando sus jugadores ganaban las espaldas de los volantes de Vélez, especialmente Marco Fabián -de mucha movilidad-, llegaban con mucha con mucha gente al área de Vélez.
Así se fueron alternando el dominio durante la primera etapa y fue Vélez el que contó con un poco más de chances. Hubo un par de encuentros interesantes entre Insúa y el Burrito Martínez, más las constantes subidas de Augusto Fernández y la presencia de Obolo en el área, pero faltaba la puntada final. Chivas tuvo una situación inmejorable a los 26 minutos cuando un tiro libre de Marco Fabián lo sacó de manera estupenda Barovero al córner. Y sobre el final del primer tiempo, todo Vélez reclamó mano de Báez tras un centro de Papa, pero el árbitro brasileño señaló correctamente que pegó en el vértice del brazo y el pecho.
Los primeros veinte minutos no variaron en relación a la etapa inicial. Vélez seguía sin poder quebrar la presión de los volantes de Chivas, y el equipo mexicano buscaba sorprender con orden. Gareca mandó a la cancha a Cabral por Zapata para refrescar ese sector. Pero Vélez incorporó un goleador temible que le está dando sus frutos: Mauro Obolo, quien acumula cuatro goles en cuatro partidos entre el torneo y la Copa. Obolo recibió un pase en profundidad de Cerro y sacó un latigazo se que metió justo al lado del palo izquierdo del arquero Michel.
Después del gol, Vélez impuso toda su autoridad y categoría para definir un partido que durante 65 minutos había sido complicado. Pero con una curiosidad: fueron las incorporaciones las que terminaron participando de los últimos dos goles, ambos convertidos por Federico Insúa, la gran figura de la noche. Primero definió de zurda tras un pase recto de Obolo, a los 36 minutos. Después, con un preciso zurdazo desde afuera del área, tras recibir una habilitación de Lucas Pratto -hizo su debut en el equipo de Gareca-, quien además había robado la pelota en mitad de cancha. Entonces sí, la fiesta estaba completa.