Olimpia (Paraguay) 2 - 1 Lanús - Copa Libertadores 2012
CAYO 2 A 1 ANTE OLIMPIA DE PARAGUAY EN SU SEGUNDA PRESENTACION POR EL GRUPO 2
Un gol de otro partido dejó a Lanús con las manos vacías
El equipo de Schurrer buscó hasta el final , pero un gol de Maxi Biancucchi, lo dejó sin nada.
Parece esquiva la Copa para Lanús, que pese a buscar y arriesgar un poco más que su rival, termina casi siempre con la cabeza gacha. Y la noche de Asunción no fue la excepción, donde cayó 2 a 1 ante Olimpia. Jugó mejor que su rival, se levantó tras un gol de pelota parada que rompió la monotonía y cuando estaba para ganarlo se quedó con las manos vacías. El gol de Maximiliano Biancucchi, primo de Lionel Messi, tras una doble pared con Vladimir Marín -el mejor del partido-, sentenció lo que hasta ese momento era un punto valioso.Porque en el primer tiempo se fue en desventaja -Marín la metió de tiro libre con un remate que cruzó toda el área y nadie llegó a rechazar tras un innecesario foul de Diego González-, pese a que nadie había hecho demasiado. Y porque el equipo de Schurrer, que perdió rápido a Valeri (lo reemplazó Juan Neira) por una lesión, cambió la cara en la etapa final. Tomó las riendas del partido, adelantó sus líneas y se hizo protagonista. En el comienzo el árbitro uruguayo Darío Ubriaco -a instancias del segundo asistente, Miguel Nievas- le anuló el empate a Pavone por un offside de Regueiro que no exisitió. Era un aviso de que no se iba a resignar.
De hecho, Schurrer mandó toda la artillería a la cancha (terminó jugando con cuatro puntas). Y obtuvo su premio luego de varios intentos. Una buena combinación ofensiva finalizó con un remate cruzado de Araujo que le ponía justicia al trámite del partido. Agrandado, el conjunto argentino sintió que podía ganarlo y fue por más. Pero recibió un golpe de knock out que no le dio tiempo a recuperarse, pese a que sobre el final, el arquero Agustín Silva le sacó el empate a Pavone primero y a Braghieri después. Una nueva derrota, de las que preocupan. Las estadísticas lo avalan. Sólo en 2008, cuando era el campeón reinante del fútbol argentino (se consagró en el Clausura 2007), logró avanzar a segunda fase -cayó ante Atlas en octavos de final-.
Después todos fueron traspiés. El 2009 lo dejó en el último lugar de su zona, con cuatro empates y dos derrotas. Y en 2010 tampoco pudo. Debía ganarle a Universitario de Lima como local, en la última fecha y apenas pudo empatar (fue 0 a 0). Y en la Sudamericana tampoco pudo levantar mucho vuelo en los años que jugó. Apenas un punto sobre seis en juego (está último en el Grupo 2) encienden la luz de alerta por otra posible frustración (el 13 de marzo recibirá a Emelec, que ganó su único encuentro y al que deberá derrotar si quiere mantener sus aspiraciones). El tiempo dirá si esta vez se da vuelta la taba.