Vélez Sarsfield 3 - 2 Santa Fe (Colombia)
EL DELANTERO, QUE JUGO LESIONADO, CONVIRTIO EL GOL DECISIVO
Martínez fue el héroe de una noche llena de tensión
La ovación apareció apenas consumado el segundo gol de la noche. El taco mágico de Juan Manuel Martínez, con la posterior definición de Guillermo Franco, desató el "Burrito, Burrito..." desde cada rincón velezano del José Amalfitani. La escena, que ocurrió anoche pero bien pudo tratarse de un déjà vu, trajo al aire el recuerdo de un tridente generador de alegrías compuesto por Maximiliano Moralez y Santiago Silva junto a Martínez.Rodeado por otros compañeros, en este caso David Ramírez y Franco, otra vez Martínez se llevó todos los aplausos, las miradas y el cartel del figura. Otra vez fue el héroe de la noche. "Juego infiltrado, pero juego", le había dicho Martínez a Clarín en la semana previa al encuentro. Es que frente a Boca, a los 3 minutos, sufrió un pisotón de Leandro Somoza que había puesto en duda su presencia. Quiso estar y respondió adentro de la cancha.
No sólo con ese taco que pasó con claridad entre los defensores Juan Roa y Germán Centurión y que dejó solo a Franco. Luego soportó el dolor hasta el final, cuando llegó ese penal que a todos los hinchas de Vélez les hizo recordar la definición por la semifinal de la Copa Libertadores pasada. En aquella ocasión Silva falló el disparo sobre la hora y el conjunto de Gareca se quedó afuera ante Peñarol. Con la carga de aquel episodio, Martínez ejecutó con suma tranquilidad: sacó un remate al lado del palo, prácticamente imposible para el arquero.
"¿Si me duele algo ahora? No, ahora no, si tengo todo dormido", expresó la figura del encuentro con una mezcla de humor y sinceridad al término del juego. Es que la lesión lo incomodó durante todo el partido e incluso debió ser infiltrado nuevamente durante el entretiempo. Martínez también rescató la entrega de su equipo: "Mostró amor propio, eso es muy importante" y no quiso referirse al próximo rival. "Ahora hay que descansar y pensar en lo que viene. Nos da lo mismo pase el que pase", aseguró.
¿Qué pasaba si Martínez fallaba el penal decisivo? "Si perdíamos nos terminábamos cagando a trompadas adentro del vestuario", deslizó Guillermo Franco. Así, la tranquilidad con la que Martínez ejecutó el disparo toma más valor. Y que haya aguantado hasta el final con la lesión le agrega un plus a la cuestión. Claro que después del festejo de la gente por el gol del penal llegó la ovación. Y otra vez se escuchó el "Burrito, Burrito...".