Vélez 1 - 1 Universidad Católica (Chile)
LOS CHILENOS GANABAN MERECIDAMENTE 1 A 0 Y ERAN SUPERIORES, PERO UN CABEZAZO DE ORTIZ PUSO TRANQUILIDAD EN LINIERS
A Vélez no le sobró nada y sufrió para lograr el objetivo
El equipo de Gareca estuvo impreciso y no pudo ejercer ese rol protagónico como acostumbra.
El triunfo en Chile, por 2 a 0, terminó siendo una ventaja muy grande para que Universidad Católica pueda revertir el resultado en Liniers. Ni siquiera jugando mejor, en casa ajena, pudo modificar el destino que ya parecía sellado hacía 15 días. Vélez, este Vélez al que no le sobra nada, volvió a tener una pobre actuación colectiva y puso ayer en peligro la clasificación a los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Terminó -sufriendo, por momentos- accediendo con lo justo a otra fase. Con un poco de suerte, también. Y espera ahora por el ganador de Santa Fe (Colombia)-Botafogo (Brasil), que igualaron 1 a 1 en la ida y definen el martes.La rueda del fútbol suele tener estos giros que pueden llevar de lo más bajo hasta lo más alto, y al revés, en poco más de dos semanas. Universidad Católica, en Santiago, previo al encuentro de ida ante Vélez, sumaba cuatro derrotas consecutivas y estaba en baja. Ayer, en Liniers, el mismo equipo llegó en alza y motivado después de la goleada del domingo ante Colo Colo por 4 a 0. La rueda del fútbol cambia y sorprende. Y vaya cómo sorprendió ayer este conjunto chileno. Asombró con su planteo, parándose bien adelantado en la cancha, soltando a los laterales como si fueran brasileños y adueñándose del balón. Asombró, también, por la explosión que tuvo por su sector izquierdo, provocándole innumerables problemas a la banda derecha del local.
Vélez no se quedó atrás en este juego de sorpresas: estuvo impreciso y generó preocupación al abrir una llave que parecía cerrada. Los dirigidos por Ricardo Gareca dejaron avanzar a su rival, no presionaron y perdieron ese rol protagónico que acostumbran mostrar. Un ejemplo: la primera oportunidad que tuvieron para marcar fue recién a los 38 minutos de la primera etapa, cuando Augusto Fernández no pudo canjear por gol una mala salida del arquero adversario, Cristopher Toselli.
Ya en el inicio del partido, a los 3 minutos del primer pitazo, un desborde de Francisco Pizarro estuvo cerca de terminar en gol de Miroslav Mirosevic (ex Racing y Argentinos). Fue un aviso. O fue el comienzo de la mini pesadilla de este Vélez. Es que Católica, lentamente, lo fue metiendo en su propia área. Y los locales la empezaron a pasar mal...
Un gran remate de Gonzalo Sepúlveda puso justicia en el marcador, asustó y obligó a Vélez a despertarse de la siesta. Ahora bien: al local le costó bastante levantarse. Tras el golpe se adelantó, pero no pudo caminar como lo suele hacer. Sufrió nuevamente ese mal de ausencias , con Víctor Zapata y Juan Manuel Martínez bajas por lesión, y con un Augusto Fernández a media máquina , debido a que se tuvo que infiltrar por su traumatismo en el tobillo izquierdo.
Un cambio de roles fue la clave para que en los últimos 20 minutos del partido se respire más aire en el estadio. Francisco Cerro ingresó por Guillermo Franco, y Héctor Canteros se adelantó en el campo, cumpliendo ese rol de conductor que estuvo vacante durante buena parte del encuentro (David Ramírez se paró ayer como delantero). El empate, de todas maneras, llegó de pelota parada, tras un buen cabezazo de Fernando Ortiz. Todo un mensaje.