Brasil 2 - 0 Argentina
EN BELEM EL SELECCIONADO DE MENEZES SE IMPUSO POR 2-0 CON GOLES DE LUCAS Y NEYMAR
Argentina hizo muy poco y toda la alegría fue de Brasil
Los goles llegaron el el segundo tiempo, cuando el equipo de Sabella se vio superado por su rival.
En apenas un minuto se derrumbó la esperanza de Argentina por cambiar la historia aquí. Iban siete del segundo tiempo cuando Jefferson sacó un disparo con destino de gol de Augusto Fernández. Después del córner, el contraataque del equipo de Mano Menezes fue letal. Augusto volvió a patear, rebote, salida de Cortés, apertura de Borges, gran pase de Danilo y corrida imparable con definición cruzada de Lucas, con Sebastián Domínguez frustrado porque lo había corrido siempre lejos de alcanzarlo, con Orion entregado. Luego, con la ventaja, Brasil manejó con mayor comodidad el juego y redondeó la victoria con un Neymar imparable. Así, Brasil se quedó con la primera edición del Superclásico de las Américas. Argentina continúa con su racha negativa en tierras brasileñas, pero tras esta competición rescata la organización, el esfuerzo y el respeto a una idea bajada por el DT, con algunas individualidades para valorar, como Canteros, Augusto Fernández y Montillo.Sabella llegó aquí con un objetivo claro: cortar el circuito futbolístico entre Lucas, Ronaldinho y Neymar, los tres que debían alimentar a Borges. Todo pensando antes que nada en sufrir lo menos posible atrás. Y lo hizo con 5 defensores y 3 volantes. Esa idea sólo flaqueó en aquellos pasajes en los que Brasil encontraba espacios. No fueron muchas las situaciones de Brasil. En el primer tiempo, un remate de Neymar desde afuera que Orion tapó bien abajo; y un jugadón individual de Lucas, quien abrió para Borges, cuyo centro no pudo empujar Neymar casi debajo del arco. Y basta de sustos.
Aparte de esas situaciones, Brasil sólo preocupó con remates desde media distancia, aunque sin puntería, en especial en los tiros libres que mostraron a Ronaldinho con llamativa imprecisión. A esa instancia de acciones peligrosas con pelota detenida llegaba Brasil porque Argentina cometía muchas faltas cerca del área. El equipo de Sabella esperaba ahí a Brasil. Y cuando la circulación de los locales gambeteaba las dificultades del césped y se hacía buena, muchas veces Borges terminaba recibiendo de espaldas y los defensores argentinos lo bajaban, sabiendo que estaban al límite y que era muy riesgoso dejarlo girar.
Una vez con la pelota en su poder, Argentina trataba de progresar en la cancha, pero le costaba, porque arrancaba desde muy atrás y porque los marcadores laterales rara vez se soltaban. Entonces, todo pasaba a depender del interesante cambio de ritmo de Montillo. ¡Cómo se nota que juega en el fútbol brasileño! A otra velocidad se desplazaba el ex San Lorenzo que la rompe en Cruzeiro. Se movía con criterio y con rapidez Montillo, con la intención de habilitar al generoso Viatri, esperando algún despegue de Augusto Fernández para asociarse. Mientras que Canteros, otra vez correcto, y Guiñazú, a veces impreciso, equilibraban.
Atacaba con muy poca gente Argentina. Por algo recién generó la primera llegada de verdad a los 7 del segundo tiempo. Fue ese remate de Augusto que Jefferson sacó al corner. Y fue paradójicamente la acción previa a la réplica en la que Brasil rompió el empate con una gran muestra de velocidad y de precisión. A partir de ahí, Brasil encontró más espacios y en cada ataque insinuó un gol. Hasta que Cortés otra vez subió como típico lateral brasileño, la abrió para Borges, centro atrás y gol de Neymar, aunque la pelota por última vez pegó en la rodilla de Papa, quien junto a Orion buscaba el milagro de evitar el segundo cachetazo.
Aunque parezca una contradicción, lo mejor de Argentina en ataque vino tras el 0-2, cuando ya estaban en cancha Bolatti (entró por Canteros) y Mouche (por Pillud) intentó con personalidad achicar la diferencia y exigió dos veces a Jefferson, con bombazos de Pillud y de Viatri. Ya era tarde.