Polonia 2 - 1 Argentina
Ahora, 2-1. La modesta Polonia, como antes Nigeria, también venció a la Selección.
Otra derrota, otra frustración
Cambió el continente, mejoró el clima, disminuyó el poderío del rival y hubo un funcionamiento colectivo mejorado respecto al de la semana pasada contra Nigeria. Lo que no cambió para esta Selección de Batista fue el resultado: aquí en Varsovia hubo otra derrota, la segunda en cuatro días. Demasiado para la historia de la celeste y blanca. No fue por goleada, no hubo papelón y tal vez dentro de unas horas ya no se hable más de esta fallida gira. Pero la estadística, fría y sin atenuantes, dirá una verdad: que Polonia le ganó 2 a 1 a Argentina. La atención de los argentinos incluido el Checho apuntará desde el miércoles al gran objetivo que se pone en marcha el 1° de julio: la Copa América. Esta caída en Varsovia, seguramente más temprano que tarde, pasará a ser parte del olvido. Pero quedaron algunas cuestiones por analizar.
Argentina, con distintas caras respecto a la goleada de Abuja, mejoró como equipo: no tuvo la vulnerabilidad que allá terminó con cuatro goles a Gabbarini. Y si bien ayer estuvo mejor acoplada, lo que sucedió ante la modesta Polonia fue que perdió por errores individuales. El equipo empezó a caer en el resultado a los 25, cuando se olvidaron la pelota en el medio, Fazio tuvo una insólita falla de cálculo a la hora de cerrar y Adrian Mierzejewski definió ante la salida de Gabbarini. Lo emparejó un rato después y lo empató en el inicio del segundo tiempo, cuando Cristaldo tocó con Insúa, Musacchio la peleó en la otra orilla y Marco Ruben, con un derechazo de mediavuelta, puso el 1 a 1. Los jugadores argentinos, cuando parecían tener controlados a los polacos, se resbalaban y perdían pelotas increíbles.
Y Polonia aprovechó otro error defensivo: Bottinelli, quien había entrado por Fazio y estaba siendo sólido, despejó corto de cabeza, la defensa habilitó a todos y el recién ingresado Brozek liquidó a Gabbarini. Ni Gaitán, ni Belluschi ni Formica: nadie encontró el camino al empate. Otra frustración. Una más.