Peñarol (Uruguay) 2 - 1 Godoy Cruz
EL CONJUNTO MENDOCINO DEJO PASAR UNA BUENA OPORTUNIDAD EN MONTEVIDEO Y SUS CHANCES DE CLASIFICARSE SON COMPLICADAS
Godoy Cruz mostró poquito y Peñarol lo dejó en peligro
Los de Da Silva no exhibieron su mejor versión. La caída lo obliga a empatar o ganar en Quito.
Hubo muy poco Godoy Cruz como para atrapar lo mucho que buscaba en el mítico Centenario, ante un Peñarol hambriento de victoria que planteó el partido como si fuese una final. Le costó abstraerse de ese clima al equipo de Jorge Da Silva, no pudo escaparle a sus nervios y concluyó derrotado. Ahora los mendocinos viajarán a Quito obligados a no fallar. Ahora los uruguayos necesitan sólo un empate ante Independiente para saltar a octavos.Aunque Donda intente hacerse cargo de la elaboración y manejebien las jugadas con pelota parada, si Olmedo está impreciso y si Carlos Sánchez y Villar no quiebran a los volantes adversarios, Godoy Cruz sufre. Eso le pasó anoche. Y vaya si lo sintió. Le costó imponer su sello y Ramírez, único delantero, quedó demasiado solo arriba.
Peñarol quiso aprovechar ese escenario atacando por las bandas en el primer tiempo, una fórmula con la que dominó y provocó faltas cerca del área, pero no creó peligro claro. El gol del 1-0 es un ejemplo: llegó tras un corner que desvió Ramírez en el primer palo, que sacó Torrico y que mandó adentro Olivera, atento para cazar el rebote.
Lo mejor de Godoy Cruz se observó en el arranque del segundo tiempo. Ahí salió decidido a encerrar a Peñarol como nunca antes en el partido. Los muchos volantes mendocinos se animaron a desafiar en ataque y lastimaron. Godoy Cruz, entonces, atacó y atacó. Hubo un tiro de Carlos Sánchez, desde una buena posición, que se fue por arriba. Hasta que el equipo de Jorge Da Silva consiguió lo que merecía por lo hecho en ese lapso. Donda mandó un tiro libre tan frontal como complicado al área, Darío Rodríguez la peinó y la metió en su propio arco.
Parecía que el desarrollo le quedaba servido en bandeja a Godoy Cruz. Sin embargo, como para que el partido fuese todavía más interesante, ocurrió todo lo contrario. Peñarol no acusó el impacto de la igualdad y se puso de pie enseguida. Ahí hubo un acierto de su entrenador Diego Aguirre, quien mandó a la cancha a Fabián Estoyanoff, hombre clave en la definición de la historia.
Torrico ya le había desviado un remate desde afuera a Domingo. También había tapado un cabezazo de Alejandro González y le había ahogado el grito a Pacheco. Además, el propio Pacheco, uno de los que más produjo del medio hacia arriba en Peñarol, tuvo otra ocasión que resolvió de primera, pero se le fue apenas desviado. Todo eso Peñarol lo generó en apenas 12 minutos, entre el gol del 1-1 y ese segundo grito con matices dulces: Pacheco metió un lindo taco; Estoyanoff encaró, tiró un caño, eludió a dos y mandó un centro atrás bárbaro para que Freitas definiera de frente al arco. Golazo.
Godoy Cruz salió a revertir el resultado. Da Silva mandó otro delantero a la cancha (Navarro) por un volante (Damonte), pero no hubo caso. Le faltó claridad. El árbitro adicionó menos minutos de los que correspondían, la derrota no se alteró y el futuro en la Libertadores a Godoy Cruz se le complicó. Ahora deberá definir en la altura de Quito. Nada menos.