Peñarol (Uruguay) 0 - 1 Independiente
FACUNDO PARRA HIZO EL GOL Y TERMINO ATAJANDO POR LA EXPULSION DE ASSMANN
Un cierre decoroso y con triunfo
Sucedió lo previsible: Independiente, que debía ganar por ocho goles, se despidió de la Copa Libertadores. Se trata, en lo general, de un golpe para su historia: el Rey de Copas -siete veces ganador de este trofeo- dijo adiós en la primera fase de grupos. No le sirvió este cierre decoroso en el Centenario de Montevideo. El 1-0 frente a Peñarol -ese rival histórico- marcó el cierre de esta campaña de regreso de Independiente a su antiguo idilio.Consiguió algo valioso este Independiente que cruzó el charco con el último retazo de su esperanza en la Copa: disimuló que su equipo estaba compuesto por suplentes frente a otro con su mejor versión posible. No sólo eso: fue superior durante varios tramos del encuentro. De todos modos, claro, quedó demasiado lejos de la posibilidad de la goleada imprescindible.
El gol de Facundo Parra -con un tiro cruzado, tras un buen pase de Roberto Battión, en la mejor jugada asociada- fue un premio para ese Independiente que intentó más y que fue más al cabo del primer tiempo. Iban 33 minutos; le quedaban otros 57 para perseguir los otros siete tantos. La quimera del gol era decididamente inalcan- zable.
Igual, ya en el segundo tiempo, Independiente siguió yendo. Buscó, tropezó, se levantó, continuó la búsqueda. Estuvo cerca a través de un cabezazo de Patricio Rodríguez; se aproximó con un remate desde afuera de Federico Mancuello; se lo perdió -muy solo- Parra desde abajo del arco. No hubo caso.
Ante eso, el ya clasificado Peñarol ofreció poco. Como si la certeza de haber accedido a los octavos de final le hubieran quitado intensidad. Casi no llegó, casi no construyó. Y ni siquiera le pudo hacer un gol a Parra, cuando fue al arco tras la expulsión de Assmann. Enfrente, este Independiente que se despidió con honor ya estaba pensando en Racing y en el Clausura.