Unión Española (Chile) vs. Vélez
VISITA A LA UNION ESPAÑOLA, A LAS 19.15
Vélez juega en una Chile que no tiene paz con su fútbol
Casi nada se dice en esta capital chilena del potente Silva, del exquisito Burrito Martínez, de ese diferente en envase pequeño con apellido Moralez, de ese plantel que a la noche aquí aterrizó. No es tema central Vélez en la antesala de su visita a Unión Española. Es un panorama que no se modificará hasta hoy a las 19.15, cuando la pelota comience a hacer de las suyas en el estadio Santa Laura. Y se entiende que sea así. Es que el mundo futbolero de este rincón del planeta se halla invadido por un cóctel de cuestiones que en la agenda vaya si se imponen.Hay conmoción e incertidumbre en la ANFP. La AFA de aquí no encuentra la paz desde que Harold Mayne Nicholls perdió las elecciones, primero con Jorge Segovia (impugnado) y luego con Sergio Jadue. La historia no concluyó con la renuncia de Marcelo Bielsa y con la nominación de Claudio Borghi para dirigir a la selección.
En esa guerra político-económica, por denuncias de irregularidades financieras, quedó apuntada la mayoría del directorio que acompaña a Jadue (el Julio Grondona de este país) y que se compone por seis dirigentes. Para dar una muestra de honestidad, todos renunciaron, aunque sólo a tres se les aceptó la dimisión. De todas maneras, a la novela aún le faltan varios capítulos. Es entonces un escenario comandado por las dudas y por las sospechas que a todos altera, inclusive a Borghi, quien se ve obligado a responder más del conflicto que de fútbol.
En el centro de la escena, además, se sitúa el Boca chileno: Colo Colo. El máximo accionista desde septiembre (Hernán Levy) se puso al frente de Blanco y Negro (la empresa gerenciadora) y desplazó a Guillermo Mackenna, el hombre que había contratado como entrenadores a Hugo Tocalli, a Diego Cagna y hace un par de semanas a Américo Gallego. Se trata de otra situación con interrogantes que ubica al Tolo en el medio.
En ese Colo Colo, entonces, se mueve Gallego. Y lo hace a su estilo. Saca pecho porque ganó dos partidos, un arranque que avala esa primera arenga apenas vio a sus nuevos jugadores: el DT ingresó al comedor mientras cenaban y gritó: "Yo acá vengo a ganar, eh. Ahora sigan comiendo". Y se fue. El Tolo establece distancias de todo el mundo, a veces sin reparar en mínimos modos de educación.
Los jugadores lo llaman Viejo Zorro . Lo blanqueó ayer Esteban Paredes, quien contó que Gallego pidió cambiar de banco de suplentes para estar más cerca del juez de línea con intención de influenciar sus decisiones y para que los sustitutos rivales a su vez queden aún más próximos a La Garra Blanca, la barra de Colo Colo.
Por todo eso, de Unión Española y Vélez aquí se habla más que poco. Lo claro es que ambos apuntan a ganar: los locales, porque aún no lo hicieron y para recuperar esos tres puntos que perdieron ante Caracas; y los de Liniers, para compensar ese insólito 3-1 derivado sobre la hora en 3-4 ante Universidad Católica, la semana pasada.
Prometen control de pelota y ataque en Española. Vélez también apuesta a ser protagonista, renovado por el 1-0 ante Boca y con tres cambios: Tobio por Ortiz (suspendido), Díaz por Bella (Cubero irá de volante) y Martínez por Ramírez. ¿Regalarán razones uno y otro para copar la marquesina?