Copa de Oro. Independiente vs. San Lorenzo

INDEPENDIENTE Y SAN LORENZO SE ENFRENTAN EN MAR DEL PLATA

Comienza el fútbol de verano

En el primer partido del año, ambos técnicos recurren a formaciones de emergencia.

La rambla se mostraba elegante, cargada de señores y señores de la alta alcurnia porteña. Era la belle epoque de Mar del Plata, la de los últimos latidos de la década del sesenta, la que se jactaba de una ciudad con sus mejores virtudes. En ese escenario, por entonces el privilegio de unos pocos turistas adinerados, comenzaron los torneos de verano.

Esta noche, a las 22.10, se enfrentarán Independiente y San Lorenzo, en el bautismo de una nueva temporada estival. Será el primer clásico de la Copa Ciudad de Mar del Plata, un triangular en el que también participará Boca.

No será el único, claro. La Copa de Oro se la disputarán Estudiantes, el campeón, River y Racing. Y el plato fuerte de la Costa, el Superclásico, el sábado 22. Todo en el medio de una multitud de gente que pasa sus vacaciones en estas arenas, ajena al ritmo de las pretemporadas que hacen sus equipos, pero atenta a los partidos.

Claro que mucho tiempo antes ya se jugaba al fútbol grande entre las olas y el viento. Fue Independiente, casualmente, uno de los pioneros. Aquel legendario rojo de Canaveri, Ravaschino, Seoane, Orsi y Lalín. Y existe una infinidad de anécdotas frente al mar, como aquella de los jugadores de Platense que casi se ahogan en La Perla tras un amistoso o la del arquero de la selección marplatense, Rubén Montero, quien jugó de lateral derecho contra Santos y le pegó un codazo en la nariz al mismísimo Pelé. Y, claro, lejos de esa época en color sepia, la inolvidable chilena del uruguayo Enzo Francescoli al seleccionado de Polonia.

La expectativa es moderada, claro. Arrastra más hinchas Independiente, empujado por la obtención de la Sudamericana, esa que de nuevo lo puso en carrera para volver a ser el Rey de Copas, un título nobiliario que le arrebató Boca.

Las entradas, por otra parte, tienen un valor que oscila entre los 40 (populares), 70 (platea descubierta) y 90 pesos (cubierta). Y los precios no son aptos para cualquier bolsillo. En plan de entretenerse, una familia tipo debería desembolsar 160, como mínimo, para ver en acción a su equipo.

Y si aprieta el hambre o la sed, la cuenta puede superar largamente los 200. Una salida más económica que cenar en el Puerto, claro.

Lo cierto es que sobrará lugar en el estadio José María Minella.

De todos modos, Antonio Mohamed y Ramón Díaz no están dispuestos a mostrar todas sus cartas de entrada. De hecho, habrá mayoría de suplentes vestidos de rojo y azulgrana. Ojalá valga la pena el primer partido de 2011. Dios quiera.