Olimpo de Bahía Blanca es de primera
UN CLUB QUE YA SE ACOSTUMBRO A MEZCLARSE CON LOS GRANDES
Olimpo volvió a Primera y Bahía Blanca está de fiesta
Ascendió antes de su 0-0 con San Martín de Tucumán porque Instituto no ganó. Y celebró a lo grande.

Aún en plena travesía y con mucha tormenta, apeló a un viejo conocido en una función, hasta entonces para él, inédita. Omar de Felippe había trabajado como ayudante de campo de Julio Falcioni en aquel primer año de Olimpo en la A del 2002-2003 en el que terminó quinto. Pero nunca había sido él, el capitán del barco. Con algunos remezones y vaivenes pero sin desmayos, tomó el timón y logró llevarlo al menos hasta la costa.
Pero para salir de nuevo a la mar, debía construir otra nave, mucho más sólida, porque el desafío era mayor y el riesgo grande. Y vaya que su empresa, en la que fue pieza vital, logró el objetivo. Apoyado en la fortaleza que levantó en torno a su estadio, donde perdió un solo partido, Olimpo fue construyendo de a poco su ilusión de lograr otro ascenso. Y al final lo obtuvo con más holgura que en tiempos de Gustavo Alfaro y Leonardo Madelón, cuando sufrió hasta el final.
Al Flaco, que ya había estado en el equipo de 2001, lo acompañan Domingo Zalazar, decisivo con sus seis goles en los siete partidos que definieron el ascenso y Lucas Concistre. Nombres que dan identidad a una propuesta de juego audaz, de la búsqueda permanente a ras del suelo y del desequilibrio por las puntas.
Y se habla en presente porque aún el equipo quiere más gloria y busca ser campeón. Por eso anoche, después de los festejos con fuegos artificiales en la cancha y en la caravana hacia el centro de la ciudad, donde todo fue amarillo y negro frente a la sede del club, volvieron a concentrarse para los dos partidos que aún faltan. Un sello de De Felippe, tipo curtido en las difíciles. Afuera del hotel todavía seguían los festejos, con la hinchada ilusionándose ya con "volver a copar la Bombonera" y entonando hasta la afonía que "Olimpo, es un sentimiento, no puedo parar". Porque el club más popular de Bahía Blanca, otra vez, es de Primera y deja la B Nacional. Y cuando está cerca de cumplir cien años, ya se ilusiona que esta vez sea, como también cantó su gente, "para nunca más volver".