Treita y pico
HAY 87 JUGADORES DE TREINTA AÑOS O MAS; MUCHOS DE ELLOS TIENEN UN PESO DECISIVO EN SUS EQUIPOS
En el fútbol argentino hoy se juega sin documentos
Son clave dentro y fuera de la cancha, y un espejo para los más chicos. Además, cotizan en el mercado.
Al revés de lo que suele ocurrir en la sociedad, que instaló una sensación de condena a quienes pasan los 50 y se acercan a la tercera edad, el mundo de la pelota en la Argentina ofrece un amplio abanico de oportunidades a los jugadores que superan los 30 y se aproximan a la jubilación futbolera. Es más, muchos de esos veteranos de este juego disfrutan los acontecimientos más trascendentes en equipos poderosos y hasta en la Selección. La tendencia abarca inclusive al mercado. Es que ellos, en esta danza de pases, también figuran entre los más codiciados.El paradigma es Juan Sebastián Verón. Aunque el 9 de marzo cumplirá los 35, un límite que antes a la gran mayoría de futbolistas le indicaba el retiro, la Brujita se halla pleno: el símbolo máximo del juego de Estudiantes, el GPS perfecto que les marca el destino a sus compañeros y a los dirigentes, campeón de la Libertadores y subcampeón del Mundial de Clubes.
Así como Verón se especializa en desafiar al tiempo con su vigencia total, otros asombran por su capacidad para superar lesiones. Dos híper goleadores como Martín Palermo (camina los 36) y Esteban Fuertes (recorre los 37) superaron operaciones de rodilla, regresaron en 2009 y fueron cruciales para Boca, aunque el equipo no funcionó, y para Colón, que fue sensación en el segundo semestre y se clasificó a la Libertadores.
Matías Almeyda, a los 36, y José Luis Calderón, a los 39, quedan encasillados en otro rubro: "Volviendo del retiro". La situación del volante de River es más llamativa porque hacía mucho tiempo que no jugaba. La del ex Estudiantes parecía sin retorno por su edad, pero Claudio Borghi lo convenció para que se despida en Argentinos y como lo merece su trayectoria, en la cancha, no en silencio y con todas las dudas como había sido su salida traumática de Estudiantes.
Boca cuenta con 9 mayores de 30 y River con 4, casi todos apellidos tan ilustres como determinantes. Central es la gran excepción: ninguno supera las tres décadas.
Hasta la Selección le entrega su camiseta al club de los 30. Diego Maradona se apoya en Verón, con lugar asegurado en el Mundial y con influencia total en el grupo. El 10 además citó en instancias límites de las eliminatorias a Palermo y a Rolando Schiavi, quien el 18 cumplirá los 37. Mientras que en amistosos le dio una oportunidad a Fuertes y llamó a Ariel Ortega (35), quien no pudo jugar por lesión.
El mercado de pases tampoco se olvida de los viejitos. Verón acaba de rechazar una propuesta del Manchester City que le aseguraba ¡¡¡¡11 millones de dólares a él y otros 11 a Estudiantes!!!! A Calderón lo buscó Argentinos. Boca moría por Schiavi, quien a mitad de 2009 fue convocado por Estudiantes para jugar sólo el tramo final de la Copa Libertadores. Newell's le abrió la puerta a Agustín Alayes a pesar de sus 31 y de su reciente operación de rodilla. San Lorenzo y Diego Simeone confiaron en junio en los 35 calendarios de Cristian González y en los 32 de Cristian Leiva. Independiente y Américo Gallego creyeron en Andrés Silvera, 32 y fama de conflictivo. Por Mauricio Caranta, de 31 y en juicio con Boca, apostó todo Lanús. Godoy Cruz lo hizo por Jairo Castillo, de 32. Chacarita e Independiente se pelean por el colombiano Tressor Moreno, de 31.
Hay muchos jóvenes, muchos grandes y pocos que ocupen la franja intermedia que abarca de los 24 a los 30. Todo porque emigran muy temprano al exterior y porque la economía de los clubes es tan angustiante como la del país. En este contexto, el club de los 30 se hace cargo y responde.
A esta realidad debiera cantarla Andrés Calamaro. Porque el fútbol argentino deja que los jugadores gocen de la pelota "Sin Documentos".