Torneo de Verano. Independiente 0 - Racing 0

Racing fue un poco mejor en el reparto de intenciones

A 10 minutos del final, a Gandín le anularon un gol legítimo, por un error del juez asistente.

Fue un gol válido -totalmente válido- el de Gandín tras el tiro libre de Acevedo. Pero el asistente Norberto Moyano levantó la banderita (al 19 de Independiente lo habilitaban los cuatro jugadores que estaban en línea) y el final, aquí en Salta, fue como al comienzo: 0 a 0. Así empezó y así acabó. ¿Aburrido? No, tuvo sus emociones este primer partido del triangular. ¿Aprobaron? Sí, los dos, aunque Racing sacó una nota un poco más alta por su prolija vocación ofensiva. Independiente no se quedó atrás a la hora de los merecimientos: al cabo, hizo un gol que le anularon mal...
Racing pudo haberlo ganado pero volvió a toparse de frente con un viejo problema: la falta de gol. Y eso que terminó con Luguercio, el debutante Bieler (entró a los 15 del segundo tiempo) y Steinert. Racing creó situaciones al punto de hacerlo figura a Gabbarini, pero no las convirtió. Independiente, con menos pulcritud, hizo lo que no pudo Racing: el gol. Pero claro, no se lo cobraron...
Los primeros 45 fueron mejores que lo que muchos creían: casi no hubo imprecisiones, y eso, a esta altura de las pretemporadas, es todo un logro. De los dos equipos, el que más aceitado estuvo con la pelota fue Racing. Pero Independiente no se desentendió al momento de crear alguna que otra llegada al arco de enfrente.

La prolijidad, en ese arranque de partido, fue patrimonio del equipo de Vivas. Un Vivas que armó un 4-4-2 con Rosano (con la camiseta 10), Brítez Ojeda, Wagner y Lucero en el medio, más Steinert y Lugüercio arriba. La claridad la aportaba Brítez Ojeda; la peligrosidad, Steinert (le anularon correctamente un gol porque el despeje de Tuzzio dio en la mano del delantero antes de entrar).
Independiente, con 3 en el fondo, sufría por el lado de Vella. Allí, Lucero sacaba bastante provecho y de hecho, el volante por izquierda armó la primera llegada en serio, que atajó bien Gabbarini.
Pero el equipo de Gallego, con Fredes de enganche y la explosión de Martín Gómez arriba, también hacía su camino al andar. La jugada más clara (y la más vistosa del partido) la armó Tuzzio. La tomó en su propio campo, tocó con Fredes y fue a buscar como volante. Se asoció con Gandín arriba pero, tras eludir a Santillo, definió increíblemente por arriba. Fue un 0-0 con bastante ritmo el de la primera etapa.

Luego, Gallego apostó al Patito Rodríguez y a Piatti. Y, un rato más tarde, Vivas se sacó las ganas de ver en acción al 9 que todos querían. Y Claudio Bieler tuvo dos chances: una la tiró por arriba y la otra, en un mano a mano, no pudo definir bien y atrapó Gabbarini.
En el otro arco, Santillo debió volar alto para sacar un fuerte remate de Busse. Y sobre el final llegó el gol (dicho está, mal anulado) de Gandín. Pasó así el primer clásico del verano. La historia, que no siempre cuenta la verdad, dirá que no hubo goles en Salta...