Argentina 3 - 2 Costa Rica
VENCIO EN SAN JUAN A UNA JUVENIL COSTA RICA QUE COMPLICO MAS DE LO ESPERADO
La Selección atrapó una victoria con pocas luces
Como bien lo anticipó, Maradona tomó a este amistoso como una prueba de fuego. Quería saber quién está capacitado para llevar esta camiseta que "es un fierro", según dijo en la charla previa.Los jugadores captaron rapidamente el mensaje. Saben que hay pocas, contadas chances de asegurarse su lugar entre los 23 que irán al Mundial, y que no pueden desaprovecharlas. Para muchos de ellos, la carga anímica es importante: saben que es ahora o nunca. Con varios debutantes, algunos aprobados y otros en deuda, tan solo la alegría del triunfo por 3 a 2 ante un rival inexperto como lo fue este Sub 20 de Costa Rica.
En este contexto, sintiéndose cada uno examinado minuciosamente, es complicado potenciar a cualquier individualidad. El análisis se debilita si el equipo se junta un día antes del partido, si apenas tuvo un entrenamiento liviano y si enfrente está un equipo juvenil, con técnico interino incluido.
En la evaluación, hubo aprobados. Fue positiva la tarea de José Sosa, autor del primer gol, porque estuvo atento al desarrollo de la jugada (certero cabezazo para aprovechar el rechazo defectuoso del arquero tras el envío de zurda de Hauche) y quien mandó el centro para el gol de Burdisso (anticipó al arquero y a la doble pifia de Barrantes y Granados), es buena alternativa y puede jugar por la izquierda, como enganche o mediapunta y como anoche por la derecha.
Clemente Rodríguez mostró la dinámica habitual y la entrega que tiene en Estudiantes, sabiendo que Maradona no definió quiénes serán sus laterales. Un punto alto fue Gabriel Hauche con sus atributos de siempre: desborde, potencia y velocidad.
Fue discreto el trabajo de Walter Erviti, otro que le puede pelear el puesto por la izquierda a Di María: trató de manejar la pelota, pero no tuvo continuidad en el juego y no pudo pasar la medianía del equipo. Nicolás Gaitán estuvo lejos de ser el conductor y debió bajar para recuperar la pelota. Cristian Campestrini ofreció ventajas en el tiro libre de Barrantes (lo mejor de Costa Rica, se lució al tirar un doble caño a Rodríguez y Sosa) y no tuvo la seguridad de otros partidos. La dupla central que integraron Matías Caruzzo y Guillermo Burdisso mostró fragilidades, Juan Mercier tampoco fue el eje central como lo es en Argentinos, Fabián Monzón no encontró el camino para desnivelar por su punta y Martin Palermo pasó inadvertido porque nunca le llegó la pelota.
Hubo emociones, bastantes errores y todo se desvirtuó con los cambios múltiples. No se jugó bien, es cierto. Fue un amistoso, pero también un banco de prueba para que Diego Maradona ya pueda rescatar algunas certezas.