Ganador Fecha 7 Gran DT Apertura 2009
TORNEO FANTASTICO: MIGUEL ANGEL MARTIN, UN JUBILADO DE 64 AÑOS, GANO LA FECHA CON 128 PUNTOS
La ayuda de la experiencia
Hizo un sólo cambio en la fecha: Hauche por Silva. Por primera vez un DT se impuso con la táctica 4-4-2.
Estaba molesto. Su equipo, producto de la reflexión y el análisis minucioso, no estaba dando los resultados esperados. Así se lo dijo a un amigo: "No puede ser, con estos jugadores tendría que irme mucho mejor; tendría que sumar muchos más puntos". Miguel Angel Martín no lo sabía, pero esa frase, dicha con enojo, resultaría premonitoria. Tres días después, su equipo, Y vo ve Fútbol Club, sumó 128 puntos para convertir a este ex empleado petrolero de 64 años en el cuarto ganador de esta edición del Gran DT.Pese a todo, se sorprendió de ganar: "Tenía fe en el equipo, pero soy de esos tipos que si juegan a la ruleta y apuestan a todos los números, justo esa vez sale una letra", bromea.
Miguel habla con soltura y convicción. Se lo ve feliz por el triunfo, pero aún más porque éste le brinda la oportunidad de explicar las estrategias que puso en juego al conformar su equipo.
Hincha de Boca, atesora con cariño una camiseta del campeón del '99, pero no incluyó a nadie del actual plantel xeneize, porque "son muy caros para lo que rinden y cuando armé el equipo Boca estaba en la Copa Sudamericana".
Elegir a jugadores que no participen en la Copa, para que tuvieran casi asegurada la titularidad, fue una de las muchas precauciones que tomó al armar su plantel. También evaluó las actuaciones de cada uno en el comienzo del torneo y, respecto a la táctica, un análisis minucioso de las ediciones anteriores lo llevó a elegir un conservador 4-4-2. "Noté que los volantes ofensivos suelen sumar más que los delanteros: los goles valen más y son figura de la cancha con mayor frecuencia", explica, con el convencimiento de un consumado estratega. Y en seguida se justifica: "Al estar jubilado tengo bastante tiempo libre para analizar esas cosas."
Para elegir el nombre, la racionalidad quedó de lado. "Cuando era pibe jugaba al fútbol en una parroquia, y tenía un compañero que al hablar se comía las eses y cuando le preguntaban cómo iba el partido decía y, vo' ve, señalando el cartel donde marcábamos los goles. Por eso llamé así al equipo", rememora con nostalgia Miguel.